En esta versión he visto algunas cosas que no estaban o se me habían escapado en el 1.6 Expression. Algunos detalles interesantes son el seguro para las puertas con un mando, el indicador de nivel de aceite o la guantera refrigerada, cortinillas integradas en las puertas y la bandeja trasera (muy útil para quien lleve niños pequeños).
El sistema de control de presión de neumáticos nos dio una señal de avería, que se quitó después de encender el contacto de nuevo. Además de fallo en el sistema, puede indicar cuatro cosas distintas: una rueda ligeramente desinflada o demasiado inflada, una rueda muy desinflada, un pinchazo, o presión escasa para la velocidad que lleva el coche.
Uno de los elementos más llamativos en el equipamiento del Laguna es que no tiene llave de contacto, sino que el mando a distancia hace esa función, después de insertarlo en una ranura. Es un mando grande, por lo que realmente no resulta más cómodo de llevar que una llave, salvo por el hecho de que es casi plano y cabe bien en un bolsillo. Es más fácil de meter en la ranura que la llave, salvo que esté engranada la primera velocidad.
Para arrancar basta una pulsación en un botón que también queda a mano; es decir, no hay que mantener apretado el botón para que el motor de arranque gire (como ocurre en otros coches que se arrancan con botón, como el BMW Z8). Si hay una velocidad engranada, no arranca, a no ser que poco después de pulsar el botón el conductor pise el embrague. Un pequeño inconveniente de este mando es que puede estar caliente al sacarlo; en verano puede ser molesto echarse al bolsillo un plástico caliente. Una faceta positiva de este sistema de arranque es que —normalmente— el volante se desbloquea sin tener que tirar de él, al meter el mando en la ranura.
El aspecto del Laguna es bueno. El recubrimiento de la parte superior del salpicadero es de un material blando y que parece fácil de limpiar. Con este aspecto general tan bueno, contrasta el acabado de algunos elementos. En esta versión he visto otras cosas mal rematadas, como la fijación de los altavoces (vibraban), la tapa del cargador de CD (difícil de usar) y la fijación de los reposacabezas delanteros (un poco sueltos). He visto también otros fallos comentados en la prueba del 1.6 Expression, como un portabotes delantero que hace un sospechoso sonido de roce al salir de su alojamiento; unos mandos para ajustar el asiento que no tienen la solidez que se encuentra en otros modelos; o una tapa de la radio fácil de abrir pero no tan fácil de cerrar.
El equipamiento de seguridad pasiva es muy bueno. Tiene seis airbags de serie (frontales, laterales delanteros y de cabeza) y dos más opcionales (laterales traseros), tensores de emergencia y limitadores de tensión en las plazas delanteras y en las laterales traseras (pincha aquí para ver más información sobre estos elementos), puntos de fijación Isofix para sillas de niño, todas las plazas con reposacabezas y cinturón de tres puntos. Los reposacabezas delanteros son muy buenos por la forma en que se pueden ajustar a la cabeza.
Puestos a pedir, se echa de menos que el capó delantero tenga amortiguadores y muelles para sujetarlo cuando se abre, en vez de una varilla. Es menos inconveniente que en otros coches porque el capó no es de acero y pesa muy poco. También se echa en falta una luz interior más intensa en algunos casos y una en el maletero que lo sea menos (deslumbra).