Todos los asientos del ZOE están colocados más altos que los del Clio debido a que debajo de ellos va situada la batería (imagen). Por su altura, la posición de conducción es similar a la de modelos como el Renault Captur y el Škoda Yeti. Ninguno de los asientos tiene regulación en altura ni del apoyo lumbar y los reposacabezas delanteros son fijos.
La banqueta y el respaldo tienen un mullido blando. Son cómodos, incluso después de estar largo tiempo sentado en ellos, pero no sujetan bien el cuerpo en las curvas. Creo que los asientos del Clio son mejores porque están mejor preparados para acomodar a personas corpulentas (son unos asientos más grandes), sus formas dan más sujeción del cuerpo y su mullido, aún siendo más firme, es igual de cómodo.
El volante tiene ajustes de profundidad y altura, lo que suple, en parte, la falta de regulación en altura del asiento. Mi sensación es que personas de diversa estatura pueden encontrarse cómodas a los mandos del ZOE. Los cinturones delanteros tienen regulación en altura.
La banqueta trasera está homologada para tres ocupantes pero sólo las plazas de los laterales tienen reposacabezas. Los tres cinturones traseros son de tres puntos de anclaje. Cuando el central no está en uso puede recogerse en el techo. Hay tres plazas preparadas para instalar una silla con anclajes ISOFIX y Top Tether: la plaza del acompañante delantero y las dos laterales de la fila trasera.
El espacio disponible para la cabeza de los ocupantes delanteros es bueno. Yo, que mido 1,85 metros de altura, no tocaba con el techo, incluso pegando bien la espalda al respaldo e irguiéndome. No sucede lo mismo en las plazas traseras, donde hay 6 centímetros menos de altura que en un Clio. La anchura del habitáculo es muy parecida a la de éste, pero hay 4 centímetros más de espacio para las piernas de los pasajeros traseros.
En la fila trasera de asientos el hueco para las piernas que hemos medido es similar al que tienen el Dacia Sandero, el Toyota Yaris y el Volkswagen Polo. La anchura medida a la altura de los hombros es inferior a a la de estos tres modelos y parecida a la de un Peugeot 208. La medición en altura disponible para la cabeza es la peor de todas las medidas por km77.com entre sus alternativas (listado comparativo de mediciones del interior). En un BMW i3 los ocupantes de las plazas traseras tienen más espacio para las piernas y la cabeza, y la misma anchura, aunque en el i3 sólo pueden ir dos personas detrás.
El maletero tiene 338 litros de capacidad, 30 más que el Clio (y 39 menos que un Captur). Esta ganancia se debe a que el ZOE no tiene rueda de repuesto (en el Clio es una opción). Excepto el Suzuki Baleno, no hay otro turismo de menos de 4,20 metros de longitud que tenga un maletero más grande (listado comparativo). Debajo del tablero que hace las veces de suelo del maletero está el equipo de emergencia de reparación de pinchazos (imagen). En las paredes del maletero no hay ningún apoyo donde colocar este tablero para crear así un doble fondo. Sí hay, no obstante, un par de ganchos para colgar bolsas (en una de ellas se puede poner la bolsa que contiene el cable cargador) y cuatro argollas en el suelo para colocar una red.
El respaldo de la fila trasera de asientos se abate en una sola pieza, dejando un volumen de carga de 1225 litros si se aprovecha todo es espacio disponible hasta el techo. Entre el piso del maletero y los respaldos abatidos (que no quedan en posición horizontal) hay un desnivel de unos 20 centímetros (imagen). Esto puede ser un inconveniente si se quiere deslizar objetos hacia el fondo, pero una ventaja para transportar determinados artículos (por ejemplo, una bicicleta, ya que se puede utilizar ese salto para evitar que la bicicleta apoye sobre el pedal). La bandeja es difícil de quitar.
El salpicadero del ZOE es prácticamente el mismo que el del Clio, aunque hay una mayor cantidad de plásticos de tacto duro. Por ejemplo, en el Clio la parte superior del salpicadero y los apoyabrazos de las puertas delanteras tienen un ligero mullido, mientras que en el ZOE no. De todos modos, parecen que las diferentes piezas de las que está hecho el habitáculo del ZOE han sido bien ensambladas ya que los movimientos que se dan entre ellas cuando se pasa por baches o se circula por asfalto roto no producen chasquidos. En cambio, y como ocurre con el Clio, las puertas suenan mal al cerrarse y hay elementos, como los paragolpes, que no están bien enrasados con la carrocería.
La instrumentación se ve en una pantalla digital a la que se puede cambiar el color de fondo y el tema gráfico con un botón que hay a su derecha. En la pantalla se muestra de manera permanente la carga de la batería, los kilómetros de autonomía, la velocidad y la posición del selector de cambio. Otra información que puede mostrar es la relativa al ordenador de viaje, a los periodos de mantenimiento y a los flujos de energía. Los colores de fondo de la pantalla varían en función de si hacemos una conducción más o menos eficiente. Durante todo el tiempo que he estado probando el coche, no he tenido problemas de reflejos para visualizar la información. Su brillo se puede regular con una ruleta a la izquierda del volante (imagen).
La mitad inferior del volante del ZOE es más achatada que la del Clio y gracias a ello me parece más cómodo de manejar. Además, todo el aro del volante está cubierto de cuero, que resulta más agradable al tacto que el plástico empleado en el Clio para la cubrir la zona inferior del mismo (y además no hay filos cortantes). Los dos parasoles tienen espejo, pero no están iluminados. El retrovisor central no tiene un mecanismo automático para evitar el deslumbramiento (ni lo puede tener). En los niveles de equipamiento Intens 40 y Bose 40 los elevalunas de las cuatro ventanillas tienen accionamiento eléctrico.
Hay un buen número de huecos útiles para dejar objetos de uso cotidiano, pero son pequeños. Uno de los más grandes es el que está delante del selector del cambio (imagen). En él se encuentra además una toma de corriente de 12 voltios y las ranuras donde introducir una tarjeta SD (para la cartografía del GPS), un dispositivo USB y un cable AUX (imagen). En las cuatro puertas hay un espacio para dejar botellas de entre 1,5 y 2,0 litros (imagen) y en el respaldo del asiento del acompañante hay un bolsillo para meter documentos (imagen) y otro más pequeño en el frontal de la banqueta (imagen; el asiento del conductor no tiene ninguno de estos dos bolsillos). La guantera tiene un tamaño similar a la del Clio (quizá es un poco más grande) y al igual que éste, no tiene iluminación, ni ventilación, ni nada que amortigüe la caída de la tapa al abrirla (imagen). Por encima de ella hay un hueco alargado con una base de goma (imagen). En él se puede dejar, por ejemplo, un teléfono móvil sin miedo a que éste salga despedido en una curva o en una aceleración fuerte.