Renault ha cambiado el puesto de conducción del Scénic; la altura del asiento con relación a la carretera es la misma, pero la que tiene con relación al suelo del coche es menor (355 mm en vez de 390). Eso, y un volante menos inclinado (8 grados más cerca de la vertical), hace que la postura que queda sea más parecida a la de un coche que a la de una furgoneta (imagen).
La palanca de cambios está en el salpicadero, en una posición más próxima al volante de la que tenía en el anterior Scénic. Desde el equipamiento «Expression», todas las versiones tienen ajuste de altura del asiento y del apoyo lumbar.
Según nuestras mediciones, el Scénic tiene un espacio interior normal para su tamaño.
Sólo hay dos medidas en las que se queda un poco escaso: el espacio longitudinal en los asientos delanteros (lo notarán los conductores más altos) y la anchura en las plazas traseras.
Si los asientos traseros están en su posición más retrasada, la anchura entre hombros es 140 cm. Es poco para un monovolumen, si se utilizan las cinco plazas, aunque suficiente si solo van dos atrás. Si se adelantan al máximo los asientos traseros, se ganan 2 cm de anchura sobre esos 140, pero se pierden 14 de espacio para las piernas.
Las medidas interiores no varían significativamente con relación al anterior Scénic, salvo que pierde 5 cm de anchura en las plazas traseras (tabla comparativa).
Los tres asientos traseros son independientes, tienen 14 cm de recorrido longitudinal, un ajuste del respaldo amplio (35°), un respaldo abatible que queda como una mesa, se pueden plegar dentro del coche (y no hace falta una cinta para sujetarlos una vez plegados) y se pueden extraer (pesan 15,5 kg).
Si se extraen los asientos traseros, la longitud del maletero queda en 145 cm. Si, además, se abate hacia delante el respaldo delantero derecho, se puede transportar un objeto de 2,5 m.
Si se extrae el asiento central y se colocan los dos laterales más cerca del centro, el recorrido longitudinal de los asientos aumenta 10 cm. Parece una forma muy segura de llevar a dos personas en las plazas traseras, porque así se les aleja de las puertas y de la parte frontal del coche. Detrás de los asientos delanteros hay mesillas que se elevan (algunas marcas desaconsejan su uso con el coche en marcha).
Los reposacabezas son los habituales de Renault, los mejores que hay ahora mismo por las posibilidades de ajuste y por lo bien que pueden sujetar la cabeza.
Como en el Mégane, se puede escoger la combinación de equipamiento y acabado. En todo caso, el salpicadero es bicolor, con la parte superior negra y la inferior beis o marrón oscuro, según el acabado. Los acabados son iguales que los del Mégane, pero cambian las tapicerías.
Según Renault, hay un uso «generoso» de plástico laminado sobre base de espuma («slush») para dar un aspecto mate y reducir la tolerancia entre piezas. Piezas como los mandos de la ventilación o los tiradores de las puertas están pintados para darles un tacto suave. Muchos de los mandos son de tipo «desplazamiento corto» (no hay que pulsarlos mucho).