Consumo
Según los datos homologados mediante la normativa WLTP, el E 300 de Estate 4MATIC (el que hemos probado) tiene una autonomía en modo eléctrico de 47 kilómetros. Y de acuerdo con nuestra experiencia es posible acercarse a dicha cifra, aunque para ello es necesario conducir de manera muy cuidadosa, sin hacer uso del climatizador y a una velocidad baja y constante.
Una cifra más realista, sin prescindir de elementos de confort (como la calefacción o el aire acondicionado) y a la misma velocidad que el resto de usuarios de la vía, es de unos 40 kilómetros (kilómetro arriba, kilómetro abajo). Lo máximo que he logrado hacer son 42 kilómetros con una carga completa, con tres personas a bordo y con el climatizador conectado a 21 grados. El recorrido transcurrió principalmente por vías de circunvalación limitadas a 70 y 100 km/h (en función del tramo) y el consumo medio fue de 20,6 kWh/100 km.
Si se conduce de una manera más despreocupada o a una velocidad mayor (por ejemplo, por autopista), el consumo energético se dispara con facilidad hasta casi los 30 kWh/100 km, lo que nos deja una autonomía de unos 30 km o muy poco más. En ciudad, aunque se conduzca con suavidad y anticipación, la autonomía tampoco suele ser superior a los 35 km (el consumo ronda los 25 kWh/100 km).
Para comprobar el impacto que tiene el nivel de carga de la batería en el consumo de combustible, hicimos nuestro recorrido habitual dos veces: la primera partiendo con la batería al 100 % y la segunda con ella completamente descargada (0 %). En el primer caso (con carga), el E 300 de Estate 4MATIC necesitó 4,7 l/100 km y 5,4 kWh/100 km, y en el segundo (sin carga), empleó 6,0 l/100 km y 0,1 kWh/100 km. Es una diferencia importante, de casi 2 € por cada 100 km, pero que en un viaje muy largo se irá «diluyendo» con el paso de los kilómetros si no se para a recargar la batería.
El dato de consumo sin carga en la batería (6,0 l/100 km) es bajo en términos generales y, sorprendentemente, idéntico al del del E 220 d Estate que probamos en 2017, un modelo con el que comparte motor de combustión y que pesa unos 400 kilos menos (ficha técnica comparativa). Con estos datos, y a pesar de que el depósito de carburante solo tiene 50 litros, es sencillo recorrer más de 800 kilómetros entre repostajes.
Recarga
La potencia máxima de recarga que admiten los Clase E Estate híbridos enchufables es de 7 kW. No es posible cargar la batería con corriente continua, una opción que sí se da en otros modelos de Mercedes-Benz como el Clase A o el Clase S (eso sí, pagando).
A dicha potencia, Mercedes-Benz dice que es necesaria hora y media para cargar la batería por completo, y nuestras mediciones lo confirman casi al minuto (las cuatro recargas que hicimos a esta potencia necesitaron entre 5 y 7 minutos más). También el indicador de tiempo restante para completar la recarga que aparece en la instrumentación tiene una buena precisión, pues únicamente hemos observado una desviación de apenas 2 minutos en todas las ocasiones.
Mercedes-Benz también dice que en un enchufe doméstico a 2,3 kW (10 A) son necesarias 5 horas para cargar la batería por completo, aunque en este caso hemos comprobado que es una cifra demasiado optimista. Las dos ocasiones en las que cargamos la batería de esta manera necesitaron mucho más tiempo: 6:30 y 6:40 horas, concretamente. En cualquier caso, es un tiempo lo suficientemente corto como para que se pueda completar la recarga durante la noche o durante una jornada laboral convencional.
Aquellas personas que puedan cargar con tarifas reducidas de unos 0,15 €/kWh, cada recarga les supondrá un coste de aproximadamente 1,8 € (la energía suministrada para una carga completa suele rondar los 12 kWh, aunque puede variar en función del punto de carga). Si consideramos una autonomía en modo eléctrico de unos 40 kilómetros, el coste por cada 100 kilómetros en modo eléctrico es de 4,5 euros, la mitad que utilizando combustible (estimando un consumo de 6,5 l/100 km y con el precio del litro de gasoil a 1,41 €).
La toma de recarga está en la esquina derecha del parachoques posterior, justo por debajo del piloto (imagen). La tapa se abre a mano, presionando sobre la pieza, y da acceso a una segunda cubierta que también requiere hacer presión en sus extremos para llegar hasta los conectores. No hay una luz de ayuda para conectar el cable de noche o en zonas oscuras, pero sí varios testigos que indican el estado del proceso de recarga (es de lo más corriente en vehículos de este tipo).
En la instrumentaciónhay más información de la habitual sobre el proceso de recarga: tiempo estimado de finalización del proceso, porcentaje de carga y la potencia a la que se está llevando a cabo. Desde el sistema multimedia es posible realizar varios ajustes relativos al proceso de carga, como elección de la potencia máxima (6 A , 8 A o Máximo) o programación de la misma a una hora concreta.