El Fiesta Coupé 1.6 sólo está disponible con acabado «Trend». Esta versión tiene unos asientos con una sujeción lateral mayor (pero no suficiente para carreteras retorcidas) que otras versiones del Fiesta con equipamiento Ambiente y Ghia. Sigue siendo un problema que el reposacabezas no tiene ajuste de inclinación y queda muy alejado de la cabeza, lo que disminuye su eficacia en caso de accidente.
Nuestra unidad de pruebas montaba la opción de «pre-equipo» de teléfono. Esta opción, que está montada en la parte derecha de la consola central, a la altura de los mandos de ventilación, deja una gran pieza de plástico acabada en pico a la altura de la rodilla del acompañante. Nos parece que puede ser peligroso para el acompañante en caso de colisión.
Como Javier Moltó escribió impresiones del interior cuando acudió a la presentación del Fiesta Coupé, éstas son íntegramente aplicables al modelo objeto de la prueba:
La anchura de las plazas posteriores es 4 centímetros mayor que la del cinco puertas. Ello se debe a que no hay puertas y a que las ventanillas posteriores están fijas. Las cotas de altura y espacio para las piernas prácticamente no varían. Hay dos huecos en cada lateral de las plazas traseras. Es uno de los más amplios entre los coches de tres puertas con este tamaño, salvo en altura en las plazas traseras.
La banqueta de los asientos delanteros no desliza para facilitar el acceso a las plazas posteriores, sólo se abate el respaldo. La puerta delantera es muy grande y el respaldo se abate muy bien (pivota desde el centro de la banqueta delantera, con unos brazos que permiten anclarlo en una posición muy avanzada) por lo que el acceso a la zona posterior no es tan malo como en otros coches en los que la banqueta no se mueve. Aún así, algunos de sus competidores tienen un asiento que se desplaza entero, y con memoria para recuperar la posición de origen.El salpicadero y todo el espacio que queda a la vista de los ocupantes está rematado con calidad. Sin embargo, en cuanto se mira con detenimiento, se aprecian algunos detalles de equipo o de acabado poco cuidados, evidentemente para abaratar costes.
Si los resposacabezas de los asientos delanteros están en su posición más elevada, golpean con el techo a la hora de abatirlos. Un detalle que da sensación de cicatería es que la banqueta del asiento posterior no está partida, a diferencia del respaldo que sí lo está.
La moqueta que cubre la zona de la rueda de repuesto no tiene ninguna fijación, por lo que lo más probable es que acabe arrugada. El tornillo que fija la rueda de repuesto es de aspecto deplorable. Llegan a doler los dedos después de pasar casi cinco minutos girando la rosca para soltar la fijación de la rueda. Es como un alambre fino, con una rosca al final, de aspecto pobre y de poca utilidad práctica. La rueda de repuesto, si se piden llantas de aleación opcionales, mantiene el mismo tamaño que las ruedas de serie. Eso significa que después de pinchar se lleva una rueda más ancha que las de emergencia, pero de diferente tamaño a las otras tres que lleva el coche.