El motor es un ocho cilindros en V de 3,6 l de cilindrada. Como otros motores que hemos probado con el sistema de distribución variable Valvetronic de BMW, tiene un rendimientomuy bueno.
La aceleración que da no es mayor que la de otras berlinas que son muy inferiores en potencia, pero también en peso. Con todo, el motor tiene un empuje constante y uniforme; no me parece que el motor se quede corto. Como ocurre en todos los coches potentes y pesados, en el 735i se nota más la aceleración cuando ya circula a una velocidad alta. Otros coches menos potentes y pesados parecen tener un empuje similar, pero sólo hasta cierta velocidad.
Dentro de los coches de este tipo, me parece más rápido que, por ejemplo, el A8 con motor de 3,7 litros, que tiene 260 CV pero es mucho más ligero. Mi compañero Víctor Fenández ha conducido también el BMW 745i y señala que la diferencia entre los dos Serie 7 es clara.
Mecánicamente, lo que me parece admirable de este coche es que, con 1.935 kg de peso mínimo (sin equipamiento opcional) y con un factor de resistencia aerodinámica de 0,69 m², gaste lo que gasta.
En una carretera de doble sentido muy desfavorable para un coche pesado, a una media real de 150 km/h, ha gastado 13,5 l/100 km. En uso normal, alternando carretera y ciudad, el consumo ha estado en torno a 15 l/100 km. El mínimo consumo que he medido ha sido a una media real de 120 km/h, en carretera de sentido único y condiciones de tráfico favorables: 8,5 l/100 km. El consumo máximo ha sido por una carretera de curvas, con frecuentes aceleraciones a fondo en tercera y cuarta velocidad: 27 l/100 km.
Según el manual, este coche necesita gasolina de 98 octano para dar las prestaciones y el consumo homologado. Es la que hemos utilizado durante toda la prueba.
El motor está unido a una caja de cambios automática de seis velocidades, donde la sexta es muy larga. Pese a ello, es capaz de alcanzar la velocidad máxima (autolimitada a 250 km/h) tanto en quinta como en sexta. Del funcionamiento de este cambio lo que más me ha gustado es su suavidad en primer lugar y, en segundo lugar, su rapidez. Una de las razones por las que el 735i da impresión de empuje constante es porque apenas hay interrupción de la aceleración cuando cambia de marcha.
En modo automático funciona normalmente o con un programa «D», que tiende a engranar la marcha más larga posible, dadas unas ciertas condiciones derégimen y carga. Como alternativa a este modo de funcionamiento, hay otro llamado «S», que apura más las marchas y no cambia a una más larga si se suelta el pedal del acelerador. Lo que no hace el cambio en esta posición es reducir marchas todo lo posible durante la frenada.
La posición normal «D» es útil para tráfico despejado y cuando las variaciones de velocidad no son grandes. En esas circunstancias, no es necesaria la posición «S» porque el cambio es rápido; si hace falta mucha aceleración, tarda poco en llegar a la marcha más corta cuando se pisa el acelerador a fondo. Si el tráfico es denso y hay que acelerar frecuentemente (cambios de carril, incorporaciones y cosas así), es más útil y cómodo que esté en posición «S».
También admite un manejo manual («M») mediante mandos secuenciales situados en el volante: dos teclas en la cara que da al conductor para reducir y dos en la cara contraria para cambiar. Sólo lo encuentro útil cuando hace falta mucha retención (en pendiente y con remolque, por ejemplo), o bien cuando se circula detrás de un vehículo lento, si se va a acelerar a fondo súbitamente (en un adelantamiento).
El mando principal del cambio es una palanca en la columna de dirección (consideraciones sobre este mando). Para elegir el modo «D», «S» o «M» hay un pulsador en el volante.
Tiene un control de tracción integrado en el control de estabilidad (DSC), que impide un sobreviraje si se acelera demasiado para las condiciones de adherencia dadas. Además, tiene otro sistema llamado DTC (Dynamic Traction Control), funcionalmente semejante a un diferencial autoblocante. Si una de las dos ruedas motrices traseras patina, el DTC la frena para que la otra pueda impulsar al coche; funciona sólo hasta unos 70 km/h. Su uso se recomienda para arrancar en una rampa helada o desde una superficie blanda.
Lo he probado sobre asfalto seco y —en esas condiciones— la verdad es que no noto que la motricidad mejore. Tampoco sirve para darle al coche reacciones «deportivas», si por eso se entiende acelerar y que derrape. El control de estabilidad impide el sobreviraje en aceleración y, si se desconecta el control de estabilidad, no se puede conectar el DTC. Sin embargo, con el DTC conectado, sigue activo el control de estabilidad (DSC).