En octubre está a la venta el nuevo BMW Serie 7, un coche que constituye un cambio radical con respecto al actual y que es el automóvil más desarrollado técnicamente que ha hecho BMW hasta el momento.
Por proporciones y estilo, establece una nueva imagen para BMW, aunque conserva ciertos rasgos característicos. Tiene un diseño interior completamente distinto a lo visto hasta ahora, con el que BMW trata que la gran cantidad de mandos y funciones que tiene el coche no distraigan y sean fáciles de manejar.
El equipamiento de seguridad y confort puede llevar varios elementos nuevos, muchos de ellos opcionales: airbag para las rodillas (sólo para el mercado americano), conexión con Internet, programador de velocidad con radar, freno de estacionamiento automático, un nuevo tipo de airbag de cabeza o un diagrama que indica si hay obstáculos al aparcar.
La gama que estará a la venta inicialmente tiene dos motores V8 de gasolina: 735i de 272 CV o 745i de 333 CV. Los dos son nuevos y constituyen un notable progreso sobre sus antecesores y su competencia en prestaciones y -sobre todo- en consumo. Ambos tienen necesariamente caja de cambios automática con mando secuencial, BMW renuncia a la caja manual para el Serie 7.
Las suspensiones son completamente distintas, casi todas hechas de aluminio. En el eje trasero puede tener, opcionalmente, muelles neumáticos y un sistema antibalanceo.