Cuando los responsables de márquetin presentan un coche y cuentan lo del «target» (la Real Academia aún no lo ha puesto en el Diccionario, pero debe faltar poco), casi siempre salen los mismos: personas de 25 a 40 años, con pareja o sin ella pero sin hijos en cualquier caso, tienen estudios superiores, pertenecen a una clase social alta o media-alta, practican deportes al aire libre, son creadores de tendencias y sensibles a los nuevos conceptos.
Sin embargo, hay veces que los anuncios sugieren targetes (si vale el singular, vale el plural) que no se parecen al oligarca de siempre, cultivado, sociable y en la vanguardia de la moda. Es el caso de Renault y Dodge.
Hubo quien me explicó lo del mono con la ballesta de la siguiente forma: «¿Qué se ve en el anuncio? Un chaval que va por una carretera vacía y no parece inmutarse aunque es evidente que está sufriendo alucinaciones. No puede ser otra cosa que un pastillero que vuelve a casa un domingo por la mañana. El target son jóvenes que consumen psicotrópicos».
Me pareció una explicación un poco enrevesada hasta que Renault ha comenzado con lo de las cabezas. Primero, el que se intercambiaba la cabeza con un amigo japonés (y le devolvía un melón). Después, la gente decapitada que reemplaza su cabeza con distintos objetos.
O yo no me entero de los anuncios (que es lo que ocurre normalmente, como ya dije aquí), o esa fijación con las cabezas efectivamente tiene algo que ver con el consumo de ciertas sustancias. Sea como fuere, el trecho entre una serie de decapitaciones y que te entren ganas de comprarte un Mégane me parece muy largo.
Lo de Renault me resulta incomprensible, lo de de Dodge me parece ofensivo. Aquí pueden ver los videos que está mostrando Dodge para introducir la marca en España y otros mercados. En todos ellos, el protagonista tiene algo parecido a un eccema o sarpullido con el escudo de Dodge (la cabeza de un bóvido) y encara distintas situaciones a cabezazos.
El argumento del segundo vídeo es: «Esta chica sabe adónde va y no va a dejar que nada se interponga en su camino - ni haber perdido las llaves, ni puertas ni ancianitos». Lo que ocurre es que una chica llega a una casa y, como su abuela tiene dificultad para andar y tarda en llegar a la puerta para abrirla, da un cabezazo a la puerta, la derriba, pasa por encima de la puerta y de su abuela.
Veo tres alternativas: una, Dodge se ha equivocado porque sus posibles clientes serán personas a las que no les hará gracia ver cómo pisotean a una anciana.
Dos, quien está equivocado soy yo. Es muy gracioso que la chica pase por encima de la anciana, lo anormal es considerarlo de mal gusto.
Tres, no nos hemos equivocado ni Dodge ni yo. Efectivamente es de mal gusto, pero la imagen de marca que quiere dar Dodge tiene que ver con ese comportamiento bovino y el cliente que busca es «el que no deja que nada se interponga en su camino». Si es así, espero encontrarme por la carretera con pocos usuarios de Dodge. |