Me envía un colega amigo la relación de regalos que han recibido los periodistas en las presentaciones de algunos modelos. Y me da la clasificación siguiente:
Coche del año en España
Clasificación:1º Televisor con vídeo
2º Jamón de jabugo
3º Reproductor de DVD
No sé qué modelo ha quedado primero, ni segundo, ni tercero. Ni me importa. No sé si a alguien debería importarle. Este colega me ha enviado sólo la clasificación de regalos que han recibido los periodistas en la presentación de los tres primeros clasificados. (Por la redacción de km77.com entró un jamón. Quizá fuera de la presentación uno de estos modelos. Renano Ridotto se encargó de él. Lo cuenta en su crónica Nochebuena es libertad)
Que los periodistas reciban regalos no significa que los coches sean malos. La clasificación puede corresponder a los méritos de cada modelo. Y los periodistas pueden ser imparciales. No vamos a negar eso. Recibir un regalo no significa aceptar un soborno. Sólo informamos de los regalos entregados. Nuestra tarea es informar y a ella nos dedicamos.
Es muy difícil comparar coches de segmentos diferentes y, en muchas ocasiones, sin saber todavía el precio por lo que me parece que estos premios no tienen ningún valor. Ni el Coche del Año en España, ni el coche del año en Europa, ni ninguno. Es decir, creo que ningún comprador debería dejarse influir por estas clasificaciones al decidir su compra. Ni positiva ni negativamente.
Para las marcas sí puede tener valor. En algunas me han dicho que ganar el premio del Coche del Año de Europa puede suponer hasta un diez por ciento de incremento de las ventas. En otras, por el contrario, me han dicho que ganar este premio no reporta ningún beneficio.
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