El V40 Cross Country es la variante del V40 adaptada para circular por caminos de tierra, ya que su altura libre al suelo es 40 mm mayor. Esa ganancia se consigue por cambios en la suspensión y también porque los neumáticos de serie son de mayor diámetro que los del V40 (y con un flanco más alto, lo que también reduce el riesgo de estropearlos al circular por superficies en mal estado).
Todas las variantes tienen tracción en las ruedas delanteras, salvo las versiones T4 y T5, que tienen tracción en las cuatro, y además, control de descenso de pendientes. Respecto a un V40, en el habitáculo no hay diferencias y tampoco las hay de espacio destinado a los ocupantes (por lo tanto sus plazas delanteras son correctas y las posteriores poco espaciosas. Más impresiones del interior del V40).
Lleva algunos elementos de plástico —con apariencia de metal— en algunas zonas de la carrocería. Como en el resto de modelos de V40, los bajos están parcialmente cubiertos, pero no son protecciones pensadas para salvaguardar los elementos mecánicos de posibles golpes al circular por superficies irregulares sino para mejorar la aerodinámica.
Es un modelo con pocos rivales en el mercado. Quizá el más parecido es el MINI Countryman. Con motor Diesel de 110 a 115 CV, el V40 Cross Country es 1760 € más costoso que el Countryman (ficha comparativa).
A igualdad de motor y equipamiento, el V40 Cross Country es unos 1250 € más costoso que el V40 (ficha comparativa) y consume entre 0,1 y 0,2 l/100 km más (listado comparativo).
Está en venta a partir de 26 600 € (todos los precios). Este precio corresponde a la versión Diesel (D2) de 114 caballos. A mi juicio es una versión plenamente recomendable por su bajo consumo (al menos según datos oficiales, gasta claramente menos que cualquiera de las versiones Diesel de mayor potencia) y me parece que da aceleración suficiente. Por ejemplo, en una pendiente de autopista de aproximadamente el 5% de desnivel y a unos 140 km/h, en sexta marcha todavía tenía capacidad para seguir ganando velocidad, eso sí, muy poco a poco. Quizá sí compense pagar los 1600 euros adicionales de la siguiente versión de potencia (D3) para quien habitualmente circule por carreteras secundarias con poco sitio para adelantar.
Lo que escribimos cuando condujimos el V40 D2 puede transmitir la idea de que es un coche lento. A mí no me lo ha parecido, pero como el V40 Cross Country D2 lo hemos llevado por otras carreteras, la percepción puede ser distinta. Intentaremos probar una unidad del V40 Cross Country D2 para poder hacer una valoración más detallada.
Las reacciones en curva son parecidas a las de un V40. El conductor nota esos 4 centímetros adicionales de altura en la posición de conducción respecto al suelo, pero no mucho en sus cualidades dinámicas. La carrocería no tiene movimientos amplios ni parece que balancee más de la cuenta por esa altura extra. En carreteras de curvas se puede conducir a un ritmo similar a un V40, con una sensación similar de control y seguridad. Volvo consigue que este modelo reaccione así en parte porque tiene una suspensión firme, que sujeta bien la carrocería y no permite movimientos excesivos. No es incómoda, pero tampoco aísla perfectamente a los ocupantes del estado del piso. Tampoco nos ha parecido claramente más dura que la de un V40 normal.
Motores, tracción, transmisión y equipamiento
Está disponible con dos motores Diesel —versiones D2 de 114 CV y D3 de 150 CV— y dos de gasolina —T4 de 179 CV y T5 de 254 CV—. Los motores T4 y T5 son distintos a los del V40; ambos son de cinco cilindros pero el primero tiene 2 litros del cilindrada y el segundo 2,5 (cuatro cilindros y 1,6 y 2,0 litros en el V40 respectivamente). La potencia en cualquier caso es la misma para ambas carrocerías (ficha comparativa).
Todas las versiones son tracción delantera, salvo las versiones T4 de 179 CV y T5 de 254 CV, que tienen tracción total y un sistema de control de descenso de pendientes («HDC»). De serie, éstas versiones tienen un cambio automático de seis velocidades («Geatronic»), el resto un cambio manual de seis velocidades o una transmisión automática en opción —«Geatronic» de convertidor de par o «Powershift» de doble embrague, en función del motor—.
El equipamiento es muy similar al de las demás versiones del V40. Hay tres niveles («Kinetic», «Momentum» y «Summum») y, desde julio de 2014, una edición especial llamada «Ocean Race». Todas las variantes tienen de serie, como mínimo, ocho airbags —incluido uno para las rodillas del conductor y otro para proteger a los peatones en caso de atropello—, control de estabilidad, climatizador de dos zonas, llantas de aleación y el sistema automático de parada y arranque del motor («Stop&Start») en las detenciones. Las versiones «Ocean Race» sólo están disponibles con el motor Diesel de 140 CV y se distinguen del resto por las llantas de 17 pulagadas específicas para este modelo, los retorvisores pintados en negro o plata, los emblemas «Ocean Race» en aletas y alfombrillas, una tapicería exclusiva de cuero y tela y un nuevo sistema de sonido de alto rendimiento con pantalla de cinco pulgadas (fichas de equipamiento).
Como en el V40, los respaldos de los asientos traseros son abatibles en una proporción 40/60 y hay disponible en opción diferentes tipos de lonas y rejas para separar la zona de carga de la de los pasajeros. El maletero tiene una capacidad de 335 litros con cinco asientos en uso —igual que el resto de variantes del V40—, que es poco para un coche de 4,37 metros de longitud.
Esta versión del V40 tiene una serie de colores para la carrocería y tapicerías exclusivos. Aquí se puede configurar un V40 Cross Country a medida.