La versión más económica del Volvo S40 2.0D («Kinetic»; las más caras son «Momentum» y «Summun») está a la venta por 25.770 €.
Hay otras berlinas que, a igualdad de equipamiento, tienen un precio inferior al del Volvo, como un Renault Laguna 2.2 dCi 150cv Expression o un Alfa Romeo 156 1.9 JTD Progression 140 CV o un Opel Vectra Sedan Comfort 1.9 CDTI 16V 150 CV (tabla comparativa de precios).
Esta diferencia de precio puede quedar compensada porque la calidad de realización del Volvo está muy bien conseguida; en algunos aspectos se asemeja a coches claramente más caros como un BMW Serie 3 o un Audi A4.
Es una versión muy interesante si se valoran especialmente las prestaciones. El motor es algo ruidoso en ciudad o en desplazamientos a baja velocidad (tiene un claro sonido a Diesel), pero es silencioso a alta velocidad. Tiene un desarrollo muy largo en sexta velocidad que hace que el coche pueda rodar rápido con el motor girando a un régimen muy bajo, aunque con una reserva de aceleración muy grande; en estas circunstancias el consumo de combustible puede ser extremadamente bajo.
Es tan cómodo de suspensión como corresponde a un coche de este tipo. Va muy bien en las carreteras rápidas; tiene buen tacto, absorbe bien las irregularidades, y resulta agradable de conducir y adecuado para hacer muchos kilómetros.
En las carreteras más lentas (conduciendo rápido) es un coche más torpe de lo habitual; este aspecto no queda apreciablemente mitigado por el control de estabilidad («DSTC», que es de serie en todas las versiones).
El interior es peculiar desde el punto de vista de la funcionalidad; tiene algunos huecos para dejar objetos inusualmente pequeños y otros de acceso complicado. No es muy favorable el espacio destinado a los pasajeros; sobre todo por altura y distancia para las piernas en las plazas traseras. Su equipamiento opcional puede ser completísimo.