El nuevo motor Diesel tiene cuatro cilindros, cuatro válvulas por cilindro y 2,2 l de cilindrada. La inyección es directa por conducto común y lleva dos turbocompresores. Alcanza una potencia máxima de 170 CV a 4.000 rpm y un par máximo de 370 Nm a un régimen bajo, 1.500 rpm. Más información técnica del motor.
En diversas condiciones de utilización el motor Diesel de 170 CV es más agradable de conducir de lo habitual. El margen donde tiene una respuesta enérgica es amplio: desde un régimen muy bajo hasta unas 4.800 rpm la aceleración es constante e intensa.
No tiene los problemas habituales en otros motores Diesel para salir desde parado. No requiere hacer patinar casi el embrague en los semáforos y en ciudad se puede ir en marchas relativamente largas con cierta reserva de aceleración. En este sentido hay una diferencia muy grande entre éste y los menos satisfactorios para este uso (como el 2.2 D-4D de 177 CV de Toyota). También la hay, pero menor, con respecto al 2.0 TDI de 170 CV del grupo Volkswagen.
En carreteras de circunvalación, a 90 km/h o 100 km/h, se puede ir en sexta y conservando una capacidad de aceleración suficiente para moverse con agilidad entre el tráfico. En carreteras lentas, donde con otros coches con motores Diesel hay que salir de ciertas curvas en segunda para acelerar con fuerza, con el 407 2.2 HDI 170 FAP se puede hacer en tercera sin problemas.
El motor no se oye mucho desde el interior ni en ciudad ni en carretera. El bajo ruido aerodinámico y de rodadura también contribuye a que sea un coche cómodo para viajar. En este sentido no es preferible un Toyota Avensis de 177 CV, pero sí creo que es bueno incluso para personas exigentes en este sentido
Su relación entre prestaciones y consumo es normal. Con esta versión del 407 no cabe esperar un consumo tan bajo como el de otros Diesel menos potentes, o como el de los motores Diesel de esta potencia que tienen el mejor rendimiento; si lo que se busca son muchas prestaciones con el consumo más bajo posible, un BMW 320d de 163 CV es mejor opción.
En un recorrido de 340 km, de los cuales 140 km fueron por autovía y el resto por carretera rápida de doble sentido y con pocos cambios de ritmo (había que pasar por pocas poblaciones y el tráfico era escaso), gastó 7,1 /100 km para hacer una media de 112 km/h. Gastó lo mismo en un recorrido similar al anterior pero a una media de 100 km/h y con mucho más tráfico, que obligaba a hacer cambios de ritmo frecuentes para adelantar.
El consumo que cabe esperar si sólo se hace ciudad (sin extrarradio) y el tráfico es denso o muy denso es unos 10,0 l/100 km. Si se hace más carretera que ciudad puede consumir menos de 8,0 l/100 km.
El consumo máximo que hemos obtenido (en una carretera de montaña con curvas lentas apurando constantemente las posibilidades del motor) en un recorrido suficientemente representativo, fue 16,0 l/100 km.
Las indicaciones del ordenador de viaje que hemos obtenido han sido precisas en algunos casos y, al contrario de lo que suele ser habitual, ligeramente erróneas por exceso (a veces ha marcado 0,2 l/100 km más del consumo real). También es preciso el velocímetro.