El Peugeot 208 GTi 30th es una versión del Peugeot 208 GTi que conmemora los 30 años que han pasado desde el inicio de la comercialización del 205 GTi. Su producción está limitada a 500 unidades, de las cuales únicamente 20 llegan al mercado español. Tiene numerosos cambios mecánicos y una decoración específica —el 23 de febrero de 2015 Peugeot España nos comunica que todas las unidades se han vendido ya—.
Se puso a la venta por 26 930 €, 3800 más que el 208 GTi (ficha comparativa) y 2670 menos que un DS 3 Racing, modelo con el que comparte motor y otros elementos mecánicos (ficha comparativa). Un Volkswagen Polo GTI, un Ford Fiesta ST y un Renault Clio RS cuestan menos (ficha comparativa).
Las sensaciones que me ha transmitido el 208 GTi 30th durante las tres vueltas en las que lo he conducido en el circuito del Jarama son las del un deportivo, entendiendo como tal un vehículo que reacciona rápido a las solicitudes del volante y en el que los errores de conducción o las maniobras bruscas tienen un efecto claro en la trayectoria. Mi compañero Pablo David González, que probó detenidamente por carretera el 208 GTi, escribió lo siguiente: «El 208 GTi es un coche que no exige gran destreza para conducirlo con rapidez y seguridad en carreteras sinuosas. Reacciona siempre con mucha limpieza, sin brusquedad, sin nada que desconcierte o ponga en alerta al conductor». El 208 GTI 30th es distinto; el eje trasero permite redondear las curvas soltando el acelerador en plena curva, provocando un ligero deslizamiento de las ruedas y ganando agilidad en los cambios bruscos de apoyo. Estas reacciones le convierten en un coche con una conducción más exigente, pero también más gratificante y divertida para algunas personas.
La motricidad es muy buena y permite salir de giros cerrados con buena aceleración. A ello contribuyen los neumáticos Michelin Pilot Super Sport en medidas 205/40 y un diferencial autoblocante Torsen, que actúa sin que se produzcan movimientos extraños en la dirección o cambios en la trayectoria. El control de estabilidad, que se puede desconectar por completo, cumple muy bien su función, actuando sólo cuando realmente es necesario y de manera muy sutil.
La vía delantera del 208 GTi 30th es 22 milímetros más ancha que la del 208 GTi. Además, Peugeot ha variado el ángulo de caída y la alineación de las ruedas delanteras y modificado el grosor y el anclaje de la barra estabilizadora. La vía trasera es 22 milímetros más ancha (ficha técnica comparativa). La suspensión me ha parecido dura, pero no lo puedo afirmar con absoluta convicción porque el asfalto del circuito tiene pocas irregularidades. El sistema de frenos, con discos delanteros más grandes que el 208 GTi y pinzas de cuatro pistones fabricadas por Brembo, aguantaron correctamente las tres vueltas al circuito a un ritmo alto sin síntomas de agotamiento y matuvieron un tacto bueno durante todo el recorrido.
El motor, de gasolina, es una evolución del que tiene el 208 GTi. Tiene cuatro cilindros, 1,6 litros de cilindrada y turbocompresor. Sin embargo, en el 30th da más potencia (208 CV en vez de 200) y más par motor (300 Nm en vez de 275), gracias a la modificación de la gestión del motor y al aumento de la presión de la sobrealimentación. Además cumple con la norma europea de emisiones Euro 6 (el del 208 GTi estándar cumple con Euro 5). Proporciona un empuje notable desde unas 2000 rpm hasta el corte de encendido. El sonido que emite es claramente perceptible en el habitáculo, pero no molesto.
La dirección, que también ha sido retocada por Peugeot para hacerla más directa (la desmultiplicación pasa de 16,2:1 a 16,5:1), me ha parecido el aspecto menos conseguido del vehículo, principalmente por el elevado grado de asistencia y porque apenas aporta información de lo que ocurre entre las ruedas y el asfalto. Además, al igual que en el resto de versiones de la gama 208, el puesto de conducción requiere un pequeño periodo de adaptación porque el aro del volante es muy pequeño y está situado más bajo de lo habitual.
El 208 GTI 30th acelera de 0 a 100 km/h en 6,5 segundos y puede recorrer un kilómetro partiendo de parado en 26,5 segundos (el 208 GTi necesita 6,8 y 26,9 segundos respectivamente). El consumo medio homologado también es mejor que el del 208 GTi (5,4 frente a 5,9 l/100 km), en parte porque ahora tiene un sistema Stop&Start.
Las partes cromadas que hay en la carrocería del 208 GTi van pintadas en negro mate en el 208 GTi 30th. Del mismo color van pintadas las molduras decorativas que rodean los faros antiniebla, los faldones y las llantas. Las pinzas de los frenos delanteros son de color rojo. La carrocería puede ir pintada en color blanco (Pearl White), rojo (Ruby Red) o en una combinación de rojo y negro que es exclusiva para esta versión.
En el habitáculo hay numerosas partes coloreadas de rojo y negro, como las manetas de las puertas (en negro), los cinturones de seguridad o las alfombrillas (en rojo). Los asientos son de tipo baquet y están tapizados en Alcantara (imagen).
El Peugeot 208 GTi 30th aún no aparece en nuestro comparador de seguros. Como referencia para obtener un precio aproximado hemos tomado de ejemplo un Peugeot 208 GTi de 200 CV. La póliza a todo riesgo (sin franquicia) más asequible cuesta 444 euros y la ofrece Balumba. El tomador es un hombre de 32 años, residente en Barcelona, que aparca en un garaje colectivo y recorre unos 10 000 km anuales.