Con relación al anterior, el nuevo Vectra no gana mucho en espacio interior. La diferencia más apreciable es en altura; es de las mejores berlinas en esta medida en las dos filas de asientos. En anchura está más o menos dentro de lo normal. El espacio longitudinal es corto, tanto en las plazas delanteras (el recorrido máximo del asiento no es grande) como en las traseras.
El volumen de maletero según medición VDA es 500 litros en el cuatro puertas y 480 en el de cinco. No es más grande que el maletero del anterior Vectra, pero sigue siendo de los mejores que hay en esta categoría. Si consideramos al Mégane Classic una excepción (4,4 m de largo y 510 l de maletero), no hay ningún coche del tamaño del Vectra con más maletero; el Mondeo, el Toledo o el Avensis tienen también 500 l.
Tiene dos inconvenientes: uno, que el borde de carga está alto (70 cm); otro, que su forma no es regular. Tiene dos piezas curvas recubiertas de plástico (posiblemente un refuerzo del bastidor), que restan fondo. La boca del maletero es grande (98 x 46 cm) y en los laterales hay dos huecos donde cabe un chaleco reflectante, un botiquín y aún sobra sitio. Los triángulos están perfectamente colocados en la tapa del maletero.
Por materiales, el salpicadero está dividido en dos partes: la de arriba es de un plástico con espuma, con tacto blando, y el acabado característico de Opel (como granulado). Por debajo de la tira que se asemeja a madera hay un plástico duro y también granulado (como el que tiene un Corsa), que se prolonga a toda la consola central.
Las puertas tienen un recubrimiento mullido forradas de tejido (o cuero) y plástico pintado (tacto de goma) en la parte de los asideros. Los mandos para abrir las puertas son metálicos, otros mandos cromados (como el pomo del cambio) son de plástico.
Por lo que he podido ver en cuatro unidades distintas, el ajuste es bueno (y eso que se trata de primeras series), pero hay otras berlinas que tienen materiales de mejor aspecto. Éstos son otros detalles que me han llamado la atención.
Hay tres tipos de decoración interior, con las que Opel quiere dar un «aspecto técnico, moderno o cálido», y que se distingue principalmente por el color de la parte inferior del salpicadero, entre otros detalles. La versión GTS tiene una decoración y un equipamiento específicos.
Opel mantiene una pantalla en la parte central del salpicadero para distintas funciones; en el Vectra esta pantalla es mayor que en otros modelos. Es ahí donde se ven las indicaciones para manejar el equipo de música, la ventilación, el reloj, el termómetro exterior y —en los modelos que lo lleven— el check-control o el navegador. Opcionalmente, esta pantalla es de color.
El asiento tiene de serie ajuste de altura y apoyo lumbar; el GTS tiene, además, banqueta de longitud variable. Los asientos traseros están más elevados, para que los pasajeros lleven las piernas menos flexionadas y tengan mejor visión de la carretera. Los delanteros tienen reposacabezas activos y también un sistema para que el propio respaldo impida un movimiento excesivo de la cabeza con relación al cuerpo, que puede dañar las vértebras cervicales. Otros elementos de seguridad pasiva son airbags frontales de gran tamaño, laterales, de cortina, limitador de tensión y tensores de emergencia en los cuatro asientos laterales.
El asiento me ha parecido bueno por la sujeción que proporciona, aunque todos los coches que he llevado tenían tapicería de cuero. Tiene ajuste lumbar, pero algunas personas encontrarán que el mínimo apoyo lumbar es más del que quieren. Por lo demás, el puesto de conducción me parece muy bueno en general, y con detalles muy interesantes con un apoyo para el pie izquierdo muy amplio.
Tiene —de serie u opcionalmente— una iluminación interior de dos colores, sistema de apertura eléctrico (en vez de mecánico) para las puertas y el maletero, un sistema de ayuda para aparcar delantero y trasero, retrovisores de oscurecimiento automático y recirculación de aire automática, entre otros elementos de equipamiento.