El Mercedes-Benz GLC es un SUV de 4,67 metros de longitud cuyo precio de partida es de 50 700 €. Tiene una gama de motores con versiones muy potentes (desde 163 hasta 510 CV; listado de versiones y precios). Entre ella, hay dos versiones híbridas enchufables que tratamos por separado en este artículo. Cuenta con una lista de opciones en la que hay mucho donde elegir y es, generalmente, un modelo con un confort alto. Es básicamente el mismo coche que el GLC 2016, con cambios de aspecto, en los motores y en el equipamiento.
Tomando como referencia la versión que hemos probado —220 d 4MATIC, Diesel de 194 CV— el GLC cuesta unos mil euros más que sus alternativas más similares: el Audi Q5 40 TDI quattro-ultra S tronic, el BMW X3 xDrive 20d de 190 CV y el Volvo XC60 D4 190 CV AWD (ficha comparativa). El Alfa Romeo Stelvio, el Jaguar F-PACE y el Jeep Cherokee son más caros si se eligen con la misma configuración de tracción total y cambio automático (ficha comparativa). Del Jeep y del Volvo hay versiones más asequibles, pero no tienen tracción total o el cambio automático, elementos que son de serie el el Mercedes-Benz.
Respecto a estos modelos, el GLC tiene un habitáculo un poco más estrecho, especialmente en las plazas traseras. El maletero tiene 550 litros de capacidad, un volumen grande. Las diferencias respecto al modelo 2016 —de las que hablamos más profusamente en las impresiones del interior— son principalmente las dos pantallas que reemplazan al cuadro de instrumentos anterior (con indicadores de agujas) y a la pantalla multimedia (que era más pequeña), el sistema multimedia (MBUX) y los volantes.
La mayoría de motores son de cuatro cilindros y 2,0 litros de cilindrada. Las excepciones son las versiones AMG 43 y AMG 63, que lo tienen de seis y ocho cilindros, respectivamente. Las versiones de gasolina GLC 200 de 197 CV y GLC 300 de 258 CV, llevan asociado un motor eléctrico de 16 caballos que sirve para arrancar el motor de combustión, para recuperar energía (reemplaza al alternador) y para apoyar al motor de gasolina (en ningún momento puede mover el coche por sí solo). Este sistema de hibridación ligera tiene su propia red eléctrica de 48 voltios. El motor de las versiones de gasolina tiene código M 264 y reemplaza al anterior M 274. Los motores Diesel tienen el código OM 654 y reemplazan a los anteriores OM 651.
Hemos probado la versión Diesel 220 d 4MATIC. El motor de 194 caballos da unas prestaciones normales, al igual que el consumo. Como en el resto de la gama, va acoplado a un cambio automático y un sistema de tracción total. En las impresiones de conducción damos más detalles.
Asegurar a todo riesgo un GLC 220 d 4MATIC cuesta 410 € al año si se elige en el comparador de seguros de km77.com la póliza con mejor relación entre calidad y precio. Es de Mapfre y cuesta 410 €.
Los asistentes a la conducción han sido ampliados y mejorados. En general, su funcionamiento es bueno. El programador de velocidad activo Distronic puede reconocer retenciones (gracias a la función «LiveTraffic» integrada en el navegador) reduciendo la velocidad de forma automática si el conductor no lo hace. El GLC también puede cambiar de carril por sí solo —previa indicación por parte del conductor al accionar la palanca del intermitente— y mantenerse dentro del carril por el que circula.
La función de giro del asistente de frenado activo también puede reducir el riesgo de posibles colisiones mediante una intervención en los frenos en caso de que el conductor no haya visto que se aproxima un vehículo en sentido contrario, algo que puede ser útil si por ejemplo el conductor quiere girar a la izquierda cruzando el carril contrario. También hay un sistema de advertencia a la hora de salir el vehículo: se producen una serie de señales acústicas y ópticas si los ocupantes abren una puerta en el momento en el que se aproxima otro vehículo o un ciclista.