Del Mercedes-Benz GLC hay dos versiones híbridas enchufables: GLC 300 e 4MATIC y GLC 300 de 4MATIC (también las hay del GLC Coupé). Se diferencian por la potencia (320 y 306 CV), pero sobre todo porque la primera lleva un motor de gasolina y la segunda uno Diesel. El motor eléctrico y la batería son los mismos y la autonomía eléctrica WLTP es parecida —49 y 45 kilómetros respectivamente; ficha técnica comparativa—. Ambas versiones tienen cambio automático, tracción en las cuatro ruedas y les corresponde el distintivo ambiental 0 emisiones de la DGT.
La versión GLC 300 de 4MATIC, que es la que he probado, me ha dejado muy buenas impresiones. El habitáculo está bien aislado del ruido del motor Diesel, la suspensión es confortable y la capacidad de aceleración es alta (más información en Impresiones de conducción). Lo menos positivo es que su autonomía en modo eléctrico en la «vida real» es corta. Sin hacer una conducción especialmente eficiente, es de entre 30 y 38 km (más información en Consumo y recarga).
El precio de esta versión parte de los 67 973 euros. Puede decirse que no tiene rivales en tanto que todas las alternativas SUV de tamaño y potencia similar llevan como motor de combustión uno de gasolina, no Diesel. Si escogemos el GLC 300 e 4MATIC como referencia para hacer comparativas de precio —desde 66 055 €— y utilizamos el buscador de km77 para encontrar modelos similares, obtendremos este listado. Se observa que el Mercedes-Benz es el más caro de todos, no mucho más que un BMW X3 xDrive30e, pero sí claramente más que un Audi Q5 50 TFSIe (ficha comparativa).
El GLC 300 e 4MATIC tiene el mismo bloque motor que el GLC 200 4MATIC y el GLC 300 4MATIC (de aluminio, con cuatro cilindros y 1991 cm³ de cilindrada; ficha técnica comparativa) y da una potencia máxima de 211 CV. Mientras, el GLC 300 de 4MATIC utiliza exactamente el mismo motor que el GLC 220 d 4MATIC, también de aluminio, con cuatro cilindros, 1950 cm³ de cilindrada y 194 CV de potencia máxima; ficha técnica comparativa.
La parte eléctrica es idéntica en ambas versiones. Hay un motor de 122 CV integrado en la caja de cambios automática de nueve velocidades (9G-Tronic) y una batería de iones de litio de 13,5 kWh de capacidad bruta (9,3 kWh útiles). La velocidad máxima en modo eléctrico es de «más de 130 km/h». Nosotros hemos superado los 145 km/h reales.
El tiempo de recarga de la batería es de aproximadamente cinco horas en una toma de corriente de 2,3 kW con un conector Schuko (el de dos clavijas que hay normalmente en todas las casas; tipos de conectores). A 3,7 kW (requiere una toma que admita 16 A), el tiempo de recarga es de 2,75 horas. En un toma trifásica de 7,4 kW y utilizando un conector de tipo Menekkes, la recarga se completa en una hora y media. Más información en Consumo y recarga.
La batería se encuentra bajo el piso del maletero y resta volumen a este. Tiene 395 litros en vez de los 550 de los GLC «convencionales». También es más pequeño que el de todas sus principales alternativas: Audi Q5 TFSIe (465 l), BMW X3 PHEV (450 l) y Volvo XC60 Recharge (468 l).
La mitad del piso más cercana a la boca de carga se puede levantar. Da acceso a un hueco amplio y apropiado para guardar los cables de recarga, las herramientas y el paquete de reparación de pinchazos (imagen). Los respaldos traseros son abatibles y están divididos en tres partes (imagen e imagen). El piso queda enrasado con ellos cuando están abatidos (imagen).
No hay cambios en el habitáculo con respecto a cualquier otro GLC más allá de los menús específicos que hay en la instrumentación y la pantalla central relacionados con aspectos de la parte eléctrica del sistema propulsor. En esta, esta y esta otra imagen se pueden ver algunos ejemplos. Hay más en la sección de fotos de interior.
Este modelo de Mercedes-Benz transmite buena sensación de calidad por materiales y ajustes, tiene un sistema multimedia que funciona bien (sobre todo el sistema de reconocimiento de órdenes vocales) y un espacio para los pasajeros parecido al que ofrecen un Audi Q5 y un BMW X3, es decir, que dentro pueden viajar sin agobios cuatro adultos de en torno a 1,85 metros de estatura (mediciones del interior). En las impresiones del interior del GLC 2016 y GLC 2019 informamos con más detalle de todo lo relativo al habitáculo.
El equipamiento de serie y opcional de los GLC híbridos enchufables es idéntico al de los otros GLC no híbridos, excepto por pequeñas diferencias. Entre ellas está la suspensión. De serie, los híbridos enchufables llevan el «Tren de rodaje con mayor altura libre sobre el suelo». Este se diferencia del «Tren de rodaje AGILITY CONTROL» que llevan los demás GLC por dos cosas: eleva 20 milímetros la carrocería con respecto al suelo y los amortiguadores son de dureza fija, no regulable.
Otra diferencia está en los frenos. Los GLC híbridos enchufables llevan de serie el «Sistema de frenos con discos de mayores dimensiones en el eje delantero», que implica unos discos delanteros de mayor diámetro, perforados y unas pinzas con la inscripción de «Mercedes-Benz». Un último cambio se da en el depósito de carburante, más pequeño en los híbridos enchufables que en el resto (50 litros en vez de 66).
En los primeros meses de comercialización del GLC híbrido enchufable, Mercedes-Benz regalaba un paquete denominado Plug&Go, por el cual, gracias a un acuerdo con Iberdrola, costeaba la instalación del punto de recarga en el hogar o en la empresa del cliente e incluía un contrato de garantía de tres años. Las ofertas y servicios de este tipo van cambiando con el tiempo, por lo que conviene pedir información en el concesionario para saber cuál está activa en el momento de la compra.
Asegurar a todo riesgo sin franquicia un Mercedes-Benz GLC 300 de 4MATIC cuesta 1596 euros al año con la compañía Mapfre si el tomador es un hombre de 40 años, casado, con residencia en Madrid, que aparque el vehículo en garaje y que no haya dado partes en los últimos cinco años. En el comparador de seguros de km77 es posible obtener un presupuesto ajustado a la situación de cada uno.