Se decía antiguamente que el andar de una señorita debía ser «caminar mucho y avanzar poco». Mercedes-Benz hace justo lo contrario, da pocos pasos, pero largos. El Clase C anterior lleva en el mercado desde 1993; con sucesivas actualizaciones (la última en el 97) se ha mantenido al día en muchos aspectos. En otros en cambio, está viejo, pero más con relación a la tecnología que ha desplegado Mercedes-Benz en sus últimos modelos, que relación a sus dos rivales principales: A4 (también con muchos años) y Serie 3.
El Clase C, que se empieza a vender a partir de mayo, tiene lo necesario para estar al día mucho tiempo. Así es por los dispositivos "futuristas" que tiene, como una radio que obedece órdenes habladas; o bien un sistema de diagnosis que, si se produce un avería, puede transmitir al servicio de asistencia datos como tensión de la batería, temperatura del refrigerante o fallos almacenados en la memoria de la centralita.
Pero, al margen de sistemas electrónicos más o menos útiles, el Clase C parece que, si va a estar en vanguardia durante mucho tiempo, será por las cualidades que verdaderamente distinguen a Mercedes: calidad y seguridad.