Sorprende el aspecto de los materiales del interior comparado con el de otros coches de este tipo. El ajuste de unas piezas con otras parece muy bueno, y no es fácil encontrar trozos de plásticos mal cortados o terminados descuidadamente. No da la impresión de utilitario «barato» como la pueden dar otros. Tiene abundantes huecos (sin tapa) distribuidos por el interior para colocar objetos (KIA habla de 19).
Según nuestras mediciones, el espacio del Picanto es casi igual al de un Fiat Panda, y amplio teniendo en cuenta su longitud. No falla en ninguna de sus dimensiones; en algunas es más grande que algunos utilitarios mal aprovechados cercanos a 4,0 metros de longitud, como el espacio para las piernas de los ocupantes de las plazas traseras. La sensación de confort que puede dar en las plazas traseras se incrementa porque los pasajeros pueden meter completamente los pies por debajo de los asientos delanteros. No pueden tener ajuste de altura en el asiento de conductor.
Donde sí se nota que es un coche de tamaño pequeño es en la anchura en las dos filas de asientos. Otro posible inconveniente, desde el punto de vista de la habitabilidad, es que los conductores más altos pueden echar en falta más recorrido longitudinal en el asiento.
El maletero tiene más de versátil que de grande. Su volumen es sólo 157 l, menor que el de un Fiat Panda (206 litros), un Ford KA (186) o un Renault Twingo (168).
En parte tiene un volumen así de pequeño porque el fondo del mismo está ocupado por un ligero cajón con tapa, fácilmente extraíble y con un fondo compartimentado. Debajo de este cajón (donde supuestamente iría la rueda de repuesto) queda una especie de bandeja porta objetos donde va el kit de reparación de pinchazos. Otro detalle que tiene el maletero y que resulta muy útil son los dos ganchos para colgar bolsas a ambos lados del maletero.
No hay rueda de repuesto, en su lugar hay un equipo de reparación de pinchazos denominado TMK (consistente en un compresor de aire y en un líquido sellante). KIA argumenta que un este equipo de reparación de pinchazos ahorra 9 kilos de peso con respecto a una rueda convencional.
El puesto de conducción me ha parecido cómodo por la distribución de los mandos y el apoyo que da el asiento. La parte derecha del aro del volante queda dos centímetros más cerca del asiento que la izquierda; el conductor lleva el brazo derecho ligeramente más flexionado que el izquierdo. A algunos conductores no les ha gustado el aro del volante, por fino y por el tacto áspero que tiene. La palanca de cambios queda cerca del conductor.
La instrumentación tiene detalles que se agradecen, como un testigo que permanece encendido mientras el refrigerante del motor está frío (aunque lo ideal sería un termómetro), un indicador de puertas abiertas (rojo) y otro de maletero (naranja).