El aspecto del habitáculo del KIA Ceed es muy distinto al del Cee´d 2016 y, según Kia, está fabricado con materiales que proporcionan mejor sensación de calidad a la vista y al tacto. A nuestro juicio, la mejora es pequeña, aunque perceptible. Los materiales son correctos y agradables al tacto, sin llegar a ser lujosos. En la parte superior del salpicadero hay una pantalla táctil de 7 u 8 pulgadas (en función del nivel de equipamiento seleccionado; salvo el Concept, que no tiene) compatible con los sistemas Android Auto de Google y Apple CarPlay.
KIA ha diseñado el interior del Ceed a semejanza de otros modelos recientes, como el del Niro o el Stonic. Prima la funcionalidad. Todo está colocado en un orden lógico, intuitivo y bien pensado. Además, KIA ha optado, de manera acertada según nuestro criterio, por conservar una buena cantidad de botones de tamaño generoso y bien situados para acceder a muchas de las funciones más usuales (no obstante, algunas de ellas también se pueden controlar desde la pantalla del sistema multimedia, que es táctil). Es el caso de los mandos del climatizador (imagen), de ciertos elementos de confort, o de algunas ayudas a la conducción (imagen).
El puesto de conducción es cómodo por la posición de los pedales, volante (que tiene amplias regulaciones en altura y profundidad) y por los asientos, que son de tamaño generoso (imagen). De serie, su regulación es manual y, opcionalmente, puede ser eléctrica para el conductor. El mullido de espuma da buen soporte a la espalda y las piernas, aunque no sujetan mucho lateralmente. En función del equipamiento, la tapicería es de tela o de tela y cuero.
Los ocupantes tienen fácil el acceso tanto a las plazas delanteras como a las traseras. Hay un espacio correcto para la cabeza y para pasar los pies en las puertas traseras. El piso de la plaza central trasera tiene un abultamiento que, como no es muy grande, no llega a ser especialmente molesto. Si no se va a usar la plaza central, su respaldo se puede convertir un reposabrazos con huecos para depositar objetos (imagen). En las dos plazas laterales hay fijaciones Isofix a las que se accede con facilidad quitando la tapa de plástico que las oculta (imagen).
La habitabilidad está en la media de sus alternativas. No destaca en ninguna cota, lo cual no quita que sea un turismo confortable para cuatro pasajeros y que un quinto deba sufrir la habitual falta de anchura atrás en coches de este tamaño. En términos generales, el espacio interior a disposición en el KIA Ceed es muy parecido al del Mazda3, SEAT León o Peugeot 308. Quien busque la mayor amplitud posible, tiene el Nissan Pulsar o el Fiat Tipo 5p.
El maletero tiene 395 litros de capacidad —15 más que el modelo anterior—, una cifra que lo sitúa en un punto intermedio frente a sus alternativas. Listado de turismos de cinco puertas de entre 4,20 y 4,50 metros de longitud, ordenados por volumen de maletero
Tiene formas muy regulares y pocos elementos de sujeción adicional, salvo un par de ganchos de plástico muy pequeños en los laterales (imagen), que son de poca utilidad si las asas de lo que se quiera sujetar son gruesas. Hay un fondo que se puede colocar a dos alturas (imagen); esta tablilla es plegable, de forma que no es necesario quitarla entera para tener acceso a la parte de abajo. Incompresiblemente, en esta pieza están las argollas de sujeción de la carga, en lugar de ir ancladas a un sitio firme de la carrocería (imagen). Si el coche está equipado con el equipo de música opcional de mayor potencia, de JBL, en el lateral derecho del maletero hay dos altavoces de graves.
Dentro del Ceed la sensación que se tiene es gratificante. Los plásticos de la parte superior del salpicadero son blandos (muy blandos para lo que suele ser costumbre, de hecho) y pueden tener costuras que simulan el efecto de piezas tapizadas en piel.
Donde quiera que se haga presión con los dedos no hay crujidos ni piezas desajustadas. Los cajones de la consola central cierran y abren con suavidad, sin roces ni asperezas, y los botones tienen un tacto sólido y preciso. En la zona baja del salpicadero y de las puertas los plásticos son duros, pero dan una muy buena impresión en zonas como los cantos de los huecos de las puertas, porque no tienen las aristas vivas. El interior de estos bolsillos no está acolchado para evitar ruidos, aunque esto es habitual en vehículos de este tamaño y precio e incluso en los más costosos. La zona menos cuidada es la del apoyabrazos central delantero, cuya tapa e interior dan un aspecto algo más pobres.