La calidad de acabado me parece buena. Los materiales no son vistosos, como ocurre en la mayoría de los coches de esta clase, pero creo que los plásticos están bien acabados.
No es fácil encontrar bordes afilados, aunque hay alguno en la bolsa rígida de las puertas delanteras. Los elementos hechos con dos piezas generalmente encajan muy bien; por ejemplo, el recubrimiento la columna de la dirección que hay detrás del volante, una pieza no siempre bien hecha. Otra pieza en la que me fijo siempre y que en este caso también está bien hecha es el soporte de la bandeja trasera.
En cambio, el tapón del depósito está mal hecho. Ya es un poco engorroso que solo se pueda abrir con la llave (aunque eso asegura que se para el motor al repostar). Pero lo peor es que el tapón está sujeto con un aro de plástico, donde se queda atascado al enroscarlo y desenroscarlo; en muchos casos hacen falta las dos manos para una operación que normalmente solo requiere una.
Un detalle que me ha gustado es que Ford vuelve a utilizar el tirador interior de las puertas que hace también de seguro (lo abandonó con el Focus y el Mondeo). Es el mejor sistema que he visto para conectar el seguro de las puertas y hace automática la operación de quitar el seguro para salir. Las cerraduras siguen como siempre: la llave de cualquier Ford puede cerrar cualquier Ford (y también el Jaguar X-Type).
La parte inferior del paragolpes delantero queda un poco más baja de lo normal. Si se aparca en batería contra un bordillo, es más fácil que roce que en otros coches.
La parte posterior de los respaldos traseros no está tapizada ni cubierta con una pieza de plástico, sino pintada. Me cabe la duda de si esta pieza, que es metálica, no se acabará desluciendo si hay cosas sueltas en el maletero que golpean contra ella. Por ejemplo, no hay un buen sistema para sujetar los triángulos.