La gama Serie 5 está disponible con dos carrocerías —de cuatro puertas o familiar «Touring»—, once motores (potencia de todas las versiones), cajas de cambio manuales o automáticas —siempre de seis velocidades excepto en el «M5», que es de siete—, y tracción trasera o total.
Es un coche con un buen compromiso entre comodidad y estabilidad con la configuración de serie. Opcionalmente hay dos suspensiones más rígidas y distintas medidas de llantas y neumáticos que le dan un tacto más deportivo, pero perjudican al confort.
Tanto por materiales como ajustes, la calidad está por encima de la media y me parece difícil establecer alguna diferencia importante frente a un Lexus GS o un Mercedes-Benz Clase E (que son una referencia en estos aspectos). El Serie 5 también es de los mejores por la cantidad y sofisticación de los elementos de equipamiento que puede tener.
En general, la gama de motores se caracteriza porque el consumo es bajo para las prestaciones que dan (consiguen un buen aprovechamiento energético del combustible). BMW emplea algunos sistemas con el fin de conseguir una reducción en el consumo en los motores de seis u ocho cilindros (más información sobre estos sistemas).
Desde septiembre de 2007, hay una nueva versión (520i) que tiene un motor de gasolina con inyección directa y 170 CV. Tiene un consumo medio homologado de 6,7 l/100 km, un valor muy bajo: no hay ningún coche con motor de gasolina y tamaño parecido que gaste igual o menos; incluso los hay con motor Diesel que gastan algo más (como el Audi A6 2.7 TDi o el Citroën C6).
También hay cambios en la versión 520d: un nuevo motor de 177 CV reemplaza al anterior de 166 CV. El consumo medio de esta versión tambien es muy bajo (5,1 l/100 km), el mismo que el de un Volkswagen Passat BlueMotion 1.9 TDI 105 CV, un coche desarrollado específicamente para lograr un consumo bajo. Para encontrar un coche que gaste menos hay que buscar modelos de menor tamaño con motores de alrededor de 100 CV (tabla ordenada por consumo de berlinas de 4,5 a 5,0 m de longitud con motor Diesel).
Además del cambio manual de seis relaciones que traen todas las versiones de serie (excepto el 535d), hay disponibles dos cambios automáticos diferentes. Los dos son de convertidor hidráulico de par y seis marchas, pero una caja es más rápida que la otra (más información sobre estas dos cajas de cambio automáticas).
Todas las versiones tienen tracción trasera. La tracción total xDrive (más información) está reservada para las versiones 530xi, 525xi, 525 xd y 530xd.
El Serie 5 menos costoso (520i) tiene un precio de 38.400 €; el más caro (M5) cuesta 98.500 €. Un BMW 525d cuesta 44.800 €, un precio superior al de casi todas sus alternativas por tamaño, si bien el BMW es más potente que la mayoría de ellos (tabla comparativa de precios). Las versiones Touring cuestan 3.000 € más.
Entre los elementos de equipamiento que puede tener desde el año modelo 2007 se encuentran la visión nocturna, con un alcance de hasta 300 m (comentario sobre este dispositivo); un iDrive mejorado con ocho botones programables, navegador con reconocimiento de órdenes por voz (opcional con el navegador «Professional»), conexión de tipo «mini jack» y USB para reproducir música y un dispositivo de alerta involuntaria de cambio de carril («LDW» Lane Departure Warning; comentario sobre este dispositivo).
También puede llevar un programador de velocidad con función de frenado o uno activo. Este último, sólo con el cambio automático, funciona desde 0 hasta 180 km/h. Además de mantener la distancia (hay cuatro niveles para seleccionar) con el vehículo de delante, tiene una función «Stop & Go» que detiene y reinicia la marcha automáticamente. Tiene una diferencia funcional importante frente al mismo sistema que usa Mercedes-Benz: en el BMW no es necesario hacer nada para reiniciar la marcha si el coche ha estado detenido menos de tres segundos (en caso contrario, hay que pisar brevemente el acelerador o pulsar la tecla «Resume» del programador).
Este dispositivo también prepara los frenos para dar la máxima potencia de frenado en caso de que detecte un obstáculo y considere necesaria la intervención del conductor (al que advierte visual y sonoramente) para detener el vehículo; la deceleración máxima que puede proporcionar por sí sólo es 4 m/s².
Otros elementos de equipamiento que distinguen a la Serie 5 de sus alternativas son la dirección activa, las estabilizadoras activas, la información proyectada sobre el parabrisas («Head up display», más información) y el cambio automático entre largas y cortas (comentario sobre este dispositivo).
El control de estabilidad tiene funciones como el secado de los frenos, la compensación del efecto fading (pérdida de eficiencia debido al calor) y el útil sistema de ayuda al arranque en rampa.
En abril de 2007, el BMW Serie 5 recibió ligeros cambios en el diseño (más información), en el equipamiento (más información) y en la gama de motores.