Aunque el BMW serie 1 2015 comparte motores de tres cilindros Diesel y de gasolina con la gama MINI, hay diferencias técnicas entre ambos (ficha comparativa). Cambia la gestión electrónica del motor «para adaptarla al perfil de conductor de BMW», cambia el modelo de turbocompresor y su disposición para adaptarlo a la posición transversal del motor. A este respecto, según BMW, el Serie 2 Active Tourer, que también equipa estos motores (en posición transversal y tracción delantera) «tiene más elementos en común con MINI».
Respecto a la gama de motores Diesel, tanto en los nuevos de tres cilindros como en los existentes previamente de cuatro, la manera de medir la presión el la cámara de combustión cambia: antes la gestión electrónica del motor hacía el cálculo indirectamente a través de diferentes parámetros, mientras que ahora se incorpora un sensor de presión en uno de los calentadores. Esto, según BMW, facilita la detección de averías y aumenta la fiabilidad. En caso de que el dato de presión dado por el sensor sea incoherente, la gestión electrónica lo obvia y toma en cuenta el dato obtenido mediante cálculos. Si ésta lectura es correcta (lo que implicaría un fallo en el sensor, no en la presión de la cámara de combustión), la avería queda detectada pero no obliga al conductor a detener el motor.
Hay cambios en las suspensiones de toda la gama: cambian los muelles, los amortiguadores y los elementos elásticos de goma como silent-blocks (casquillos) «para dar mayor sensación de calidad de rodadura».
Un dato importante que nos comunica el fabricante, común tanto a modelos antiguos como actuales, es que si un vehículo va equipado de fábrica con neumáticos de tipo Run Flat, los reglajes de la amortiguación y la gestión del control electrónico de estabilidad (ESP) cambian respecto al de las versiones con neumáticos de tipo convencional.