Hasta ahora el 9-5 no tenía motor Diesel, lo que limitaba mucho su aceptación, principalmente en mercados como Bélgica o Francia, donde el ochenta por ciento de los coches de este tamaño son Diesel.
Para corregir esta carencia, Saab estrena un motor de Isuzu, marca con la que Saab lleva colaborando desde 1998 para el desarrollo de este motor. En un V6 de aluminio, con culatas de cuatro válvulas por cilindros, turbocompresor de geometría variable e inyección por conducto común (más información sobre este motor).
A juzgar por los datos que tenemos hasta ahora (que son pocos), el rendimiento de este motor no es mucho mejor que el de otros que ya están en el mercado. Su consumo medio es 7,4 l/100 km, más que de cualquiera de sus competidores (tabla comparativa). Su aceleración y su velocidad máxima sí son acordes con su potencia (tabla comparativa).
En febrero estará a la venta un segundo motor Diesel, el cuatro cilindros de 2,2 litros hecho por Opel, que ya lleva el 9-3 TiD. Da 125 CV a 4.000 rpm y 280 Nm a 1.500 rpm.
Mantiene la misma gama de motores de gasolina, casi todos sin modificar. De menos potente a más, hay dos de cuatro cilindros, ambos con turbocompresor: uno de 2,0 litros de cilindrada y 150 CV de potencia máxima, otro de 2,3 l y 183 CV. Ambos tienen un turbocompresor Garret de bajo soplado (1,4 bar máximo absoluto) y árboles de equilibrado. Ambas versiones destacan más por prestaciones que por consumo, y son motores suaves, aunque si se pisa a fondo, el 2,3 da un gran empujón cuando el turbo alcanza su máxima presión.
Más suave aún es el V6, que tiene un turbocompresor alimentado por el escape de solo tres de sus seis cilindros, que da una presión máxima absoluta muy baja (1,27 bar). Este motor sólo está disponible con cambio automática, pero se trata de una nueva caja de cinco velocidades (es el primer seis cilindros delantero transversal con caja automática de cinco marchas). Es una caja moderna, hecha por Asin AW, controlada electrónicamente, con programas «Sport» e «Invierno», y con bloqueo en tercera y cuarta.
El motor del Aero es el que más cambia. Sin aumentar la presión máxima absoluta, que sigue en 2,4 bares, la potencia máxima aumenta: desde 230 a 5.500 rpm, hasta 250 CV a sólo 5.300 rpm. Saab ha logrado ese aumento de potencia modificando el control electrónico del motor.
El par máximo no varía, se queda en 350 Nm de 1.900 a 4.000 rpm, con un aumento momentáneo (20 segundos) de 20 Nm cuando se pisa a fondo el acelerador; este aumento de par se efectúa con una sobrepresión del turbo.