Por lo que yo he podido ver, los problemas que tenía inicialmente el 607 por sus reacciones en curva están completamente resueltos. El 607 es un coche cómodo por el tipo de suspensión que lleva, pero esa suspensión no lo convierte en torpe ni hace que sea muy subvirador. Al contrario, es un coche relativamente ágil para su tamaño (lo es más que un Audi A6 o un BMW Serie 5, por ejemplo) y, además, deja frenar mucho en curva sin que reaccione violentamente. La dirección no es un prodigio de rapidez, pero no obliga a preparar las manos antes de la curva más que otros coches de este tipo (pulsa aquí para ver más información del bastidor).
En carreteras rápidas, con fuertes apoyos, tolera grandes irregularidades del suelo sin que ello origine movimientos que resten confianza o que desvíen al coche de la trayectoria.
Desde el 30 de abril de 2001 todos los 607 que se venden en España tienen control de estabilidad. El problema es que la unidad que hemos probado, no lo tenía. De todas maneras, conociendo lo bien que funciona este sistema en cualquier otro coche, y lo bien que reacciona el 607, la seguridad activa del 607 queda al nivel de los mejores.
La capacidad de frenada es buena, pero el servofreno de emergencia puede llegar a ser demasiado sensible; es otra cosa que depende del conductor. En cualquier caso, este sistema aún no distingue entre frenar rápido y querer frenar mucho. En consecuencia, hay situaciones en las que responde con un frenazo innecesario.