El bastidor del 307 es completamente nuevo, y tiene poco que ver con el de otros modelos del Peugeot-Citroën. De hecho, el 307 estrena una plataforma que en un futuro se utilizará también en otros modelos del Grupo PSA.
Un dato interesante que ha dado Peugeot es la rigidez torsional, que supera en mucho a lo normal en este tipo de coche (el 307 tiene 21.700 Nm/grado). El suelo de este bastidor está hecho para poder soportar distintos tipos de carrocería y tolerar un alargamiento, de cara a utilizar esta plataforma para otras variantes, como un monovolumen.
Como en cualquier coche moderno, Peugeot usa una cierta cantidad de acero de alta resistencia (no dice cuánta) y le da un tratamiento de zinc al 95 por ciento de la chapa, lo que basta para dar una garantía de 12 años contra la perforación por corrosión.
La suspensión delantera es el sistema McPherson, la que usa Peugeot (y casi todos los que hacen coches de tracción delantera de motor transversal), pero atrás ha cambiado con relación al 306. Sigue siendo de rueda tirada, pero ahora con muelles helicoidales (en lugar de barras de torsión) y brazos unidos por un eje torsional (eje «en H»). Según Peugeot, este tipo de eje (común en Volkswagen u Opel desde hace años, más reciente en Renault) aporta ventajas de tamaño y peso, así como más capacidad para limitar la flexión de los brazos ante esfuerzos laterales. Debido a ello, puede prescindir del llamado «eje trasero autodireccional», que tenía unas peculiares reacciones a las cuales había que acostumbrarse.
La versión que más he conducido ha sido la de 136 CV, que tiene unos neumáticos de 205 mm de anchura, con un perfil de 55 en llanta de 16 pulgadas. La variación del eje posterior, con relación a uno normal, se puede notar claramente. A un ritmo normal no resulta fácil descolocar con suavidad el eje posterior, que se mantiene aferrado al suelo al más puro estilo de los coches alemanes. Sin embargo, sobre suelo deslizante, gravilla en este caso, al periodista que iba conmigo el coche se le cruzó completamente en una curva a una velocidad baja y dio síntomas de poca progresividad en alguna otra curva más. Habrá que probarlo a fondo antes de emitir un juicio mesurado.
Como otros coches modernos, la dirección tiene asistencia electrohidráulica; un motor eléctrico genera la presión necesaria, que se trasmite a las ruedas mediante un sistema hidráulico. En función de la velocidad del coche y de lo rápido que el conductor mueva el volante, la bomba genera más o menos presión y varía la dureza de asistencia.
Tiene cuatro discos de freno, con los delanteros ventilados. El antibloqueo de frenos es equipo de serie en todas las versiones, e integra el repartidor de frenada y el servofreno de emergencia. Tendrá control de estabilidad, pero no en el momento del lanzamiento.
Las llantas son de 15 pulgadas en todas las versiones, salvo aquellas que las tienen aún más grandes, de 16" y hasta 17" (opcionales en los XT y de serie en el XSI).