Los asientos delanteros —específicos para esta versión— son de tipo baquet y sujetan bien el cuerpo, pero no tanto como cabe esperar por su aspecto envolvente. Los apoyos laterales son prominentes, pero anchos y rellenos de una espuma blanda; ceden y no impiden que los ocupantes tengan cierta libertad de movimientos. En algunos casos, unos asientos con esta forma hacen más dificil entrar y salir del coche; esto no ocurre en el 207 RC.
La amplitud de los ajustes del volante y el asiento permite que personas de talla muy distinta vayan correctamente sentadas. El único inconveniente es que los reposacabezas quedarán demasiado bajos a las personas más altas y no suficientemente cerca de la cabeza en todo caso.
El volante me parece excesivamente grande para un deportivo de este tipo. Realmente, sólo se distingue de un volante normal en las dos protuberancias interiores en la posición «diez y diez» (como analogía a las agujas del reloj). Es un volante con ajuste vertical y longitudinal, que queda más arriba de lo normal en la posición más alta. Todos los que hemos conducido el 207 RC hemos dejado el volante en una posición por debajo del tope superior, donde ya ocultaba parte de la instrumentación.
Los pedales son diferentes a los de un 207 normal, pero tampoco me parecen lo más adecuado para un deportivo. La distancia entre el acelerador y el freno dificulta mucho la maniobra del punta tacón. El apoyo para el pie izquierdo es firme y plano, pero resulta algo pequeño; vale para quien apoye la punta, no para quien apoye toda la planta.
En la instrumentación hay termómetro de agua y de aceite; algo normal hace una generación de modelos y cada vez es más raro actualmente. Normalmente no tiene por qué pasar nada, pero yo no me siento tranquilo sin saber algo del motor (especialmente cuando tiene turbocompresor) si conduzco rápidamente por una carretera lenta un día de calor con el aire acondicionado puesto. Y, si no es para conducir deprisa por una carretera lenta, no me compraría un coche de este tipo.
Ahora bien, hay algunos termómetros que no indican realmente la temperatura, sino que funcionan más bien como un aviso de motor frío y de sobrecalentamiento. El termómetro de aceite del 207 RC parece de ese tipo. La aguja se coloca cerca del centro poco después de arrancar y apenas se mueve aunque las condiciones de circulación varíen mucho.
La visibilidad alrededor del coche es buena, para lo que resulta normal actualmente. Quien haya conducido un 205 GTI y recuerde la vista en tres cuartos trasero, se dará cuenta de que en este aspecto vamos a peor. El sistema de iluminación lateral con los antiniebla funciona bien; no es tan eficaz como los sistema que tienen faros motorizados, pero la relación entre coste y beneficio posiblemente sea mejor. Se echan de menos los faros de xenón, al menos como una opción.
Aunque no tiene una decoración llamativa (ni por dentro ni por fuera), sí hay algunos detalles que lo distiguen de otros 207.
Los paneles de las puertas están parcialmente recubiertos en Alcantara, el volante tiene dos tipos de cuero y los pedales son de aluminio.
La instrumentación tiene un diseño y una tipografía específicos de esta versión.
Hay otros elementos decorativos característicos de esta versión en el salpicadero o las salidas de aire.
Una peculiaridad del 207 RC es que sólo está homologado para cuatro ocupantes (sólo tiene cuatro cinturones de seguridad). El paso hacia las plazas traseras es menos cómodo con estos asientos que con los de otras versiones del 207.