De todo lo que ofrece el Mercedes-Benz Vaneo, lo que me parece más atractivo son los conjuntos de equipamiento específicos para clientes con aficiones o necesidades bien definidas. Estos conjuntos se llaman: Snow, Surf, Bike, Dog y Carry.
Los tres primeros son para deportistas con necesidades de carga concreta para su material de deporte. En los tres se incluye el suelo del maletero corredizo, una solución ingeniosa que permite trabajar sobre la plataforma sin necesidad de contorsiones y empujar hacia el interior la carga, una vez se ha acabado de atarlo. Las bicicletas pueden colocarse sobre esta plataforma, una vez desmontada la rueda delantera. Mayor dificultad reviste el equipo para surferos, ya que su equipaje debe ir colocado sobre el techo, por lo que hay que trabajar por encima de 1,90 metros de altura.
El conjunto Dog se compone de unas rejillas que convierte la parte posterior en una perrera muy adecuada, con espacio separado para animal, pasajero y equipajes, de tal forma que el perro puede ocupar la zona grande del maletero si no hay bultos o la pequeña si hay muchas maletas que transportar.
El paquete Carry es un conjunto plegable de plafones unidos entre sí, que se despliega en el interior del coche tirando de unas cuerdas hasta conformar una caja en el espacio de carga que convierte el Vaneo en una furgoneta.
El material de los plafones es resistente e impermeable, por lo que resiste arañazos suaves y vertido de líquidos sin dañar la moqueta del suelo. Es una furgoneta ocasional, para llevar trastos para el jardín o madera para la chimenea (si se coloca con cuidado). Se trata de un material resistente pero nunca podría aguantar sin un deterioro apreciable el trato duro de una furgoneta de carga agresiva (barriles de cerveza o bombonas de butano, por ejemplo).