El SLK es un coche de tracción trasera. El motor va colocado delante, longitudinalmente, y, junto a él, la caja de cambios.
Inicialmente había tres motores disponibles, todos de gasolina con inyección directa. Eran dos de cuatro cilindros —SLK 200 BlueEFFICIENCY de 184 CV y SLK 250 BlueEFFICIENCY de 204 CV— y un V6 —SLK 350 BlueEFFICIENCY de 306 CV—. Posteriormente llegó una versión Diesel —SLK 250 CDI BlueEFFICIENCY de 204 CV—, de cuatro cilindros, y otra de gasolina —SLK 55 AMG de 421 CV (más información)—. Esta última lleva un motor V8.
Todos los motores tienen sobrealimentación mediante turbocompresor, a excepción del V6 que es atmosférico. Los dos motores de gasolina de cuatro cilindros tienen el mismo bloque, de 1796 cm³. El motor V6 es el mismo que el del anterior SLK pero tiene un nuevo sistema de inyección, que Mercedes-Benz denomina de tercera generación. Tiene 3498 cm³. El motor Diesel es de 2143 cm³.
Respecto al modelo anterior, el nuevo SLK tiene un consumo medio homologado notablemente menor. Por ejemplo, la versión SLK 200 BlueEFFICIENCY consume 6,4 l/100 km con cambio manual y 6,1 l/100 km con cambio automático. Esto supone que gaste casi un 20% menos que la variante SLK 200 K del modelo precedente —la equivalente—, con unas prestaciones similares. Para contribuir en esta rebaja del consumo, todos los SLK tienen un dispositivo —denominado «ECO»— de parada y arranque automático del motor en las detenciones. Funciona con suavidad y rapidez.
Carrocería y chasis
El coeficiente aerodinámico ha mejorado —es 0,30 en lugar de 0,32— y aunque la superficie frontal es mayor —1,98 frente a 1,93 m²—, el factor de resistencia disminuye: 0,59 en vez de 0,62. El capó y las aletas son de aluminio; en el anterior SLK eran de acero.
El depósito de combustible (imagen) tiene 60 litros de capacidad, algo menos que anteriormente. Mercedes-Benz justifica esta reducción por el menor consumo de combustible. Opcionalmente puede montarse uno de 70 litros.
La suspensión es independiente (imagen). Delante es de tipo McPherson (imagen), mientras que detrás es de un multibrazo (imagen). Hay tres variantes: la de serie, una deportiva —con muelles y amortiguadores más firmes— y una con amortiguadores controlados electrónicamente.
La dirección (imagen) tiene asistencia electrohidráulica. Opcionalmente, puede ser de asistencia variable en función de la velocidad y desmultiplicación variable. La desmultiplicación se consigue mediante una cremallera de paso no continuo: cuando la dirección está próxima a su punto de centrado, hay que mover más el volante para conseguir un determinado ángulo de giro de las ruedas —para que sea menos sensible en recta— que cuando está cerca de sus extremos —para que sea más fácil maniobrar—.
El control de estabilidad tiene una función llamada «Torque Vectoring Brake». Actúa frenando la rueda trasera interior en las curvas, dependiendo de la velocidad (imagen). No es una función de seguridad, sino que persigue lograr una mayor agilidad.
El SLK puede tener tres techos diferentes, uno metálico y dos de cristal. En los tres casos la estructura es de magnesio, un material ligero. De este modo, y en comparación con el SLK anterior, esta pieza pesa 6 kg menos. Ahorrar peso en un elemento que está en la parte más alta del coche no sólo beneficia por su ligereza sino que también ayuda a bajar el centro de gravedad del coche.
De los dos de cristal, hay uno que es peculiar. Mercedes-Benz lo llama «MAGYC SKY CONTROL» y, mediante un botón, puede modificarse su transparencia. El oscurecimiento se consigue mediante unos polímeros colocados en el interior del cristal (imagen). Cuando se aplica una carga eléctrica —positiva en una cara, negativa en la otra—, los polímeros se orientan en la misma dirección, del positivo al negativo, y permiten que pase casi toda la luz. Cuando se deja de aplicar esa carga, se desordenan, impidiendo que pase parte de la luz.
Mercedes-Benz dice que en las pruebas que ha hecho en California, la energía procedente del sol que llegaba al habitáculo con el coche descapotado era de 1000 a 1100 W/m². Con el techo «MAGYC SKY CONTROL» en la posición de mayor transparencia, disminuía hasta 200 W/m², mientras que si se oscurecía, quedaba reducida a 40-50 W/m².