Un aspecto que distingue al Mercedes-Benz S500 es que avanza con una suavidad extraordinaria. Las mejores berlinas de lujo se distinguen por el poco ruido que llega al interior del que genera el propio coche, pero también del ocasionado por el resto del tráfico. A velocidad alta lo único que se oye es el aire a la altura de la base del parabrisas y de los espejos retrovisores; el ruido del motor y el de rodadura pasan casi completamente desapercibidos. Los cuatro cristales laterales del S 500 son laminados.
Es muy cómodo de suspensión, pero no lo suficiente como para que el estado de la carretera pase completamente desapercibido. Tanto en las plazas delanteras como traseras algunos baches se pueden sentir en el interior, pero los movimientos de las ruedas y de la carrocería siempre llegan muy atenuados a los ocupantes.
Un coche más caro y supuestamente de mayor nivel no siempre garantiza un nivel de confort mejor: un Bentley Flying Spur es más incómodo (por sonoridad y por suspensión) y un Mercedes-Benz Clase E 500 (con suspensión «AIRMATIC DC ») es al menos tan cómodo como el S 500.
El Clase S tiene suspensión neumática «AIRMATIC» de serie, que da una relación extraordinaria entre estabilidad y confort.
Esta suspensión da la posibilidad de ajustar dos niveles de altura de la carrocería. El alto aleja la carrocería del suelo 20 mm y sólo es operativo hasta 120 km/h; sirve para circular por nieve o por carreteras en mal estado.
También tiene dos programas de dureza que se pueden seleccionar manualmente, pero no suelen ser necesarios por lo bien que funciona el automatismo que ajusta la dureza de los amortiguadores a la forma de conducir, a las condiciones de la calzada y a la carga que se transporte.
Los programas de la suspensión se seleccionan conjuntamente con los programas del cambio de marchas: en posición «C» la suspensión se ajusta en la posición más blanda; en las posiciones «S» o«M», la suspensión queda en el programa duro.
Es de esos coches en los que, rodando a un ritmo alto, los eventuales baches influyen poco en la trayectoria. Si hay cambios de rasante pronunciados afrontados a un ritmo alto, el Clase S no tiene un movimiento vertical amplio, como algunos coches de suspensión suave.
La versión de batalla larga mide 5,2 m y pesa (sin equipamiento opcional) 1.985 kg. Quien valore sus cualidades dinámicas sólo a tenor de su tamaño y su peso, puede errar por completo en sus apreciaciones. El Clase S puede rodar por carreteras de marchas medias a un ritmo parecido al de coches de suspensiones duras y motores potentes.
No tiene las reacciones de un deportivo en las carreteras lentas, ni va tan bien como algunos coches más pequeños, pero tiene buen tacto, cambia de trayectoria con cierta facilidad y tiene buena adherencia. Al menos con los neumáticos opcionales de nuestra unidad de pruebas: delante unos 255/45 R18 y detrás unos 275/45 R18. Es decir, si puede ir rápido en una carretera con más o menos curvas no es sólo por lo que acelera entre una y otra (que es mucho).
Lo he conducido muy poco con el control de estabilidad desconectado (no hace ninguna falta desconectarlo porque incluso yendo rápido por carreteras lentas interviene muy poco). Me ha dado la sensación de que es un coche fácil de llevar y con escasa tendencia al sobreviraje al acelerar fuerte en marchas cortas, al menos con el asfalto seco. La motricidad es buena.
Puede tener «ABC» (Active Body Control»; 4.062 €), que equivale funcionalmente a las «Estabilizadoras Activas» en BMW, pero funciona de otra manera. Aunque no he conducido un Clase S con «ABC» creo que no es una opción demasiado interesante: con la suspensión de serie el balanceo es pequeño y los movimientos de la carrocería están bien contenidos.
El S500 tiene de serie llantas de 17 pulgadas con neumáticos 235/55. Opcionalmente puede tener tres estilos de llantas de 18 pulgadas de diámetros, tres de 19 y un juego de llantas de 20 pulgadas. Puede tener elementos decorativos de la carrocería de aspecto deportivo («Paquete Óptico AMG»; 6.476 €)
El freno tiene buen tacto y permite calcular la frenada para reducir la velocidad con precisión o para detenerse por completo sin que la carrocería cabecee en absoluto. Los frenos resisten relativamente bien una utilización intensa y son suficientes para realizar frenadas intensas de forma esporádica. Al menos con los frenos fríos, se detiene en poco espacio.
La función «Hold», muy cómoda, permite que el coche esté parado en un semáforo sin que sea necesario pisar el freno, incluso en cuesta. Se conecta cuando, una vez detenido el coche, se pisa el freno con más fuerza. También dispone de asistente de arranque en pendiente (en rampas, mantiene frenado el coche durante unos instantes después de soltar el pedal del freno).