El Clase S mantiene muchas de las cualidades que hacían del anterior Clase S la mejor alternativa entre este tipo de coches, desde distintos puntos de vista. El precio del nuevo Clase S es un ocho por ciento superior al del anterior, en parte debido a que lleva más equipamiento de serie. La diferencia de precio con relación a otras berlinas de este tamaño es grande (tabla comparativa), también debido en parte a que el Clase S tiene algunos elementos más en el equipamiento de serie.
Sigue siendo un coche muy agradable de conducir porque, pese a su tamaño, es ágil y fácil de llevar por ciudad y por cualquier carretera. El grado de seguridad activa, por lo que he podido ver en una toma de contacto breve, sigue al máximo nivel.
Las dos versiones que he conducido son de gasolina: S 350 y S 500. Con cualquiera de las dos la aceleración es suficiente para que el coche se mueva con soltura. También en ambos casos, el nivel de ruido y vibraciones que se siente dentro del coche es muy reducido.
Lo que no me ha parecido en esta primera toma de contacto es que sea tan cómodo como el anterior Clase S o como un Clase E con las suspensión neumática Airmatic DC. La carrocería se mueve poco, pero en los pequeños baches deja sentir el movimiento de la rueda algo más de lo normal en una berlina de este tipo.
Tiene el grado de calidad que cabe esperar de un coche así, que es alto. El equipamiento de serie es abundante, especialmente el de seguridad. No obstante, casi todos los elementos de equipamiento que lo distinguen de cualquier otro coche del mercado (programador de velocidad activo, sistema de visión por infrarrojos o servofreno de emergencia con radar, entre otros) son opcionales y costosos.
El tamaño es mayor (tabla de dimensiones). Mercedes vuelve a un tamaño y unas proporciones cercanas a las que consideró excesivos en el Clase S de hace dos generaciones, cuando el Clase S también llegó al mercado en una época de crisis energética. Sin embargo, no es particularmente espacioso (quien lo quiera para ir detrás, mejor que escoja la versión larga).
El Clase S en versión normal es 33 mm más largo que antes y 37 mm más largo que un BMW Serie 7. No parece tan masivo como el Serie 7 porque es algo más bajo y más estrecho. La batalla de la versión normal no está lejos de la que la que tenía anteriormente la versión alargada (3.085 mm, 50 más).
El maletero mide ahora 560 l de volumen; no es un valor alto si tenemos en cuenta las dimensiones del coche, pero es normal que los coches de este tipo no tengan un maletero grande. De los que miden entre 5,0 y 5,5 m, sólo el Lexus LS lo tiene mayor (573 l).
La distribución de los mandos tiene algunas semejanzas y algunas diferencias con otros modelos de Mercedes-Benz y de su competencia. Mercedes-Benz sigue con una sola palanca para los intermitentes y los limpiaparabrisas; las luces y el sistema de visión nocturna se conectan con un grupo de mandos a la izquierda del volante.
Ahora hay una segunda palanca a la derecha, para el cambio de marchas (como en el BMW Serie 7). Algunas funciones relacionadas con la conducción se pueden manejar directamente con botones que están entre la instrumentación principal y la pantalla del salpicadero (imagen).
Entre estas funciones está la desconexión del control de estabilidad, del sistema de ayuda en aparcamiento y la altura de la carrocería. En la parte central del salpicadero sólo hay botones independientes para el sistema de ventilación (imagen).
Para el manejo de las funciones del coche que no están directamente relacionadas con la conducción, hay un mando giratorio y un teclado; con el mando giratorio situado en la consola (imagen) se manejan funciones como el navegador o el equipo de sonido; el teclado, dispuesto bajo el apoyo para la mano derecha (imagen), se usa para el teléfono. A falta de una prueba hecha con más tiempo, lo que puedo decir del nuevo sistema es que no me gusta tanto como el anterior Command de Mercedes-Benz, que tenía los mandos en el volante.
En el lanzamiento habrá dos versiones, ambas con motor de gasolina atmosférico: S 350 con motor de seis cilindros y 272 CV (prueba del CLS con este motor), y S 500 con ocho cilindros y 388 CV.
En el primer trimestre de 2006 llegarán dos versiones con turbocompresor: una de gasolina, S 600 de doce cilindros y 517 CV; y un Diesel, S320 CDI de seis cilindros y 231 CV (impresiones de conducción del Clase E con este motor, con 224 CV). En 2007 habrá una nueva versión Diesel, con motor de ocho cilindros.
Todas las versiones citadas, salvo la de doce cilindros, llevarán de serie la caja de cambio automática 7G Tronic, de siete velocidades hacia adelante y dos hacia atrás. No está previsto que este coche pueda llevar cambio manual.
La suspensión de serie es por muelles neumáticos en toda la gama. De serie en el S 600 y opcionalmente en todos los demás estará el sistema de control de la carrocería ABC que, en el anterior Clase S y CL, daba un buen resultado (prueba del CL 600 con este sistema).
Mercedes-Benz ha fabricado 485.000 unidades del anterior Clase S desde 1998 hasta ahora.