La carrocería que hemos probado en el CRTD tiene cinco puertas y asiento del conductor eléctrico; quizá por alguna de las dos causas las medidas en las plazas delanteras son distintas de las que teníamos. Esta versión tiene más recorrido de asiento, pero no gana mucho hacia atrás.
En las plazas traseras coinciden las medidas de anchura y altura con las del cuatro puertas, pero hay más espacio para las piernas. No es el más amplio (lo es más un Mondeo), pero queda como uno de los más espaciosos en las plazas traseras.
El portón es amplio y no se nota pesado. Como es normal, el maletero del cinco puertas es algo menor que el de cuatro. No es un maletero particularmente grande, pero sí lo es más que el de un Nissan Primera de cinco puertas, un Citroën C5 o un Renault Laguna. Tiene un volumen semejante a un Mondeo o un Vectra (ambos con carrocería de cinco puertas).
Hay un sistema para abatir el asiento trasero que es muy cómodo, porque con un solo mando se desplaza la banqueta y se abate el respaldo, de manera que queda un fondo de maletero plano.
Los mandos desde donde se puede hacer esta operación son cuatro: dos accesibles desde el maletero y otros dos en la parte superior del respaldo, accesibles desde las plazas traseras. Los mandos del lado izquierdo (en el sentido de la marcha) sirven para la parte izquierda del asiento (la más grande); los del lado derecho, para la parte derecha.
Este sistema, que me parece mejor que cualquier otro que haya ahora mismo en el mercado, tiene dos inconvenientes: uno, que no funciona si los asientos delanteros están muy retrasados; si lo están, el respaldo trasero choca con el delantero. Dos, que hay que tener mucho cuidado al accionar el sistema desde las plazas traseras, porque al apretar el mando se desplaza el asiento; hay que tener la precaución de sujetar el respaldo para no pillarse los dedos.
Por lo demás, la carrocería de cinco puertas es igual a la de cuatro. Coincido con mi compañero Víctor M. Fernández en casi todas las apreciaciones que hizo en la prueba del 1.8 de cuatro puertas y las reproduzco.
El Mazda6 tiene un puesto de conducción cómodo y bien resuelto. El asiento del conductor tiene reglaje en altura y apoyo lumbar, un relleno cómodo y suficiente sujeción lateral. El volante se puede regular en altura (40 mm) y distancia (50 mm) con un accionamiento muy suave.
El volante, pomo del cambio y palanca del freno de mano están revestidos en cuero. En el volante hay unos mandos que permiten accionar cómodamente el control automático de crucero y algunas funciones del equipo de sonido. La instrumentación se lee con facilidad y ofrece la información justa (velocímetro, cuentavueltas, temperatura de agua y nivel de combustible).
Los mandos de forma circular en la consola tienen buen muy buen tacto, pero requiere un cierto tiempo de adaptación para no confundirlos. El monitor situado en la parte superior de la consola central se lee con facilidad y ofrece información de las funciones del audio, climatizador automático, temperatura exterior, hora y ordenador de viaje (consumo medio e instantáneo, velocidad media y autonomía).
Los aireadores del salpicadero tienen ventajas e inconvenientes: se puede regular el caudal de aire hacia cualquier punto que queramos, pero su regulación no es tan rápida y fácil como otros aireadores. El Mazda6 es la única berlina de su categoría que tiene cinco salidas de aire frontales, algo muy práctico para orientar el caudal de ventilación.