Es un ejercicio de estilo que toma la imagen del Nagare y lo acerca un poco a lo que sería un coche de producción. No deja de ser, no obstante, algo sin las limitaciones de los modelos que se deben producir en serie.
Sobre el diseño inicial del Nagare, Mazda ha colocado elementos como una parrilla en la parte frontal, faros más o menos funcionales, puertas y ha diseñado el interior con más detalle.
Las puertas son de tipo «ala de gaviota» y tienen un tamaño que permite acceder desde ellas a las dos filas de asientos. Los delanteros están más cerca del eje trasero que del delantero.
El interior es semejante al de otros muchos prototipos, hecho más con la intención de mostrar un cierto diseño que de ser mínimamente funcional. El volante no es redondo, los asientos posiblemente no servirán para sentarse y la instrumentación es muy llamativa y luminosa.
Tiene unas dimensiones menores que las de un RX8, mide 4.280 mm de longitud y sólo 1.260 mm de altura.
El motor, de de 2,5 l de cilindrada, puede funcionar con carburante a base de etanol (E85). Se supone que es un tracción delantera con una caja de cambios manual de seis velocidades.