Con respecto al resto de la gama Kia Niro, el interior del e-Niro presenta pocas diferencias. En ellas se van a centrar estas impresiones. En este otro artículo del Niro Híbrido ya hacemos un análisis muy profundo del habitáculo de este coche.
Lo que el lector apreciará peor en las fotos, pero que puede condicionar de forma notable el uso del vehículo, es que, debido a la presencia de la batería, en las plazas traseras se ha reducido el espacio entre la banqueta y el piso del habitáculo. Esto implica que las piernas van más dobladas que en el resto de versiones del Niro, aunque es un problema que aparece en mayor o menor medida en muchos coches eléctricos. Yo mido algo más de 1,80 metros de altura y creo que acabaría cansado de esa posición en un viaje largo.
En las demás cotas, el e-Niro es un vehículo apropiado para llevar dos ocupantes altos atrás y que estos viajen con comodidad. Es claramente más espacioso que el Hyundai Kona eléctrico (tabla comparativa de mediciones del interior), un vehículo con el que comparte una gran cantidad de elementos y que, a fecha de publicación de este artículo, es su alternativa más evidente. Otro punto a favor del e-Niro es que, a diferencia del Kona, puede llevar unas salidas de ventilación traseras (imagen).
Por lo demás, los cambios más relevantes se dan en la consola, cuya parte inferior cambia mucho. En el e-Niro se ha sustituido la palanca selectora del cambio por una rueda giratoria (imagen) mediante la que se seleccionan las posiciones R, N y D. Para activar P, se ha de presionar un botón que hay encima de la rueda. Esta va colocada en una plataforma que está ligeramente inclinada hacia arriba (imagen), por lo que queda muy a mano del conductor. Kia ha reubicado algunos botones alrededor de esta rueda que en el resto de versiones del Niro van más atrás en la consola: los de la calefacción del volante y climatización de los asientos (estos pueden ir calefactados y ventilados), el de los modos de conducción, el del freno de estacionamiento y el de los sensores de aparcamiento.
La reestructuración de la parte baja de la consola ha dejado libre un hueco, de dimensiones generosas (imagen), que Kia ha rematado con unas tiras de goma que evitan que los objetos se muevan durante la conducción. A mí me resultó muy práctico para llevar, por ejemplo, mi cámara de fotos a mano, dentro de su funda. Además, entre la rueda selectora del cambio y el apoyabrazos hay gran hueco, cubierto por una persiana, que aloja unas piezas desplegables que permiten fijar dos botellas (imagen).
La zona principal del maletero tiene el mismo aspecto y volumen que en el resto de la gama Niro. El volumen total de la versión eléctrica es el mayor (451 litros) porque debajo de la bandeja que cubre el piso hay un separador con varios huecos (imagen) que sirven, entre otras cosas, para alojar las bolsas con los cables de recarga. Debajo hay otra bandeja que contiene el kit de reparación de pinchazos (imagen; la rueda de repuesto no está disponible ni siquiera en opción). Cuando se abaten los respaldos de los asientos traseros, el espacio resultante no es totalmente plano, sino que queda un pequeño escalón (imagen).
Kia ofrece algunos elementos para sujetar la carga, como la red que aparece en esta imagen, que se engancha a los cuatro ganchos que hay en los extremos del piso. La bandeja cubreequipaje es fácil de poner y quitar de su posición y, cuando no se desea usar, se puede transportar en un hueco destinado a tal efecto en el doble fondo del maletero (imagen); este es un detalle que siempre se agradece.
Como otros productos de Kia, el e-Niro deja una buena impresión de calidad interior. No se escuchan ruidos por desajustes entre piezas y los materiales de recubrimiento son agradables, aunque quizás no todo lo esperable para un coche de este precio.