En modo automático, los cambios de marcha se realizan con rapidez suficiente. Si la conducción es tranquila, el control electrónico del cambio opta por la marcha más larga posible. En conducción rápida o con frecuentes aceleraciones, no pasa a una relación más larga hasta que no se alcanza un régimen alto de revoluciones. Ese régimen varía en función de la posición del pedal del acelerador.
El cambio no engrana una marcha superior al frenar o levantar rápidamente el pedal del acelerador. En esas situaciones, mantiene la marcha previamente insertada o, cuando el régimen del motor baja mucho, reduce de marcha. Sí cambia a una marcha superior cuando se levanta el pie del acelerador con suavidad.
La modalidad de utilización manual tiene la ventaja, frente al modo automático, de que permite elegir el instante preciso del cambio, pero los cambios de marcha no son más rápidos. A mi juicio, para este tipo de coche (no «deportivo»), el tiempo que transcurre para cambiar de marcha superior es satisfactorio. Habrá conductores que cambien mucho más rápido con cualquier caja manual (incluso con las lentas y poco precisas), habrá otros que no noten que esta caja es más lenta. Si alguien pretende realizar una conducción deportiva, mejor que opte por un cambio manual.
El cambio de marcha es suave y no zarandea a los pasajeros, aunque se mantenga el acelerador pisado durante el momento del cambio. Si fuera posible prever el momento exacto en el que se va a producir el cambio, el conductor podría levantar el pie del acelerador para que el cambio sea más rápido. Es difícil hacerlo, porque hay un ligero retardo entre que se pulsa la leva para cambiar y el momento en el que se produce efectivamente el cambio. No pude hacer muchos kilómetros (unos 60), pero al final me dio la impresión que lo mejor es dejar al sistema que se regule automáticamente y mantener continuamente el pedal pisado.
En las reducciones resulta mucho más satisfactorio que en el paso a una marcha más larga. Reduce con suavidad absoluta, incluso en el caso de que sea una reducción muy fuerte y el régimen del motor suba mucho. No engrana una marcha si ello puede provocar un sobrerrégimen. Aunque se circule en modo manual, cuando se llega al régimen de giro máximo y se sigue acelerando, cambia automáticamente a una marcha más larga (sin abandonar el modo manual).