BMW ha presentado una variante de carrocería descapotable del i8 a la vez que ha renovado el i8 Coupé (más información del i8 Coupé 2018 y prueba del i8 Coupé 2014). El techo es de lona, con apertura y cierre eléctricos. A diferencia del modelo de techo cerrado, el Roadster solo tiene dos asientos. El sistema de propulsión es híbrido, mueve las cuatro ruedas y da 374 caballos de potencia conjunta. La batería se puede recargar a través de una toma de corriente eléctrica doméstica.
BMW ya admite pedidos, aunque las primeras unidades no llegarán a los concesionarios españoles hasta mayo de 2018. Cuesta 160 200 euros, es decir, 15 000 más que la variante con carrocería coupé (ficha comparativa). Actualmente, el i8 Roadster no tiene competidores claros que combinen un tipo de carrocería y un sistema de impulsión semejantes. El Lexus LC 500h quizá sea el más parecido, pero tiene una carrocería de tipo cupé y, aunque su sistema híbrido tiene una potencia parecida, no es enchufable (ficha comparativa).
Dejando de lado el sistema de impulsión, otras alternativas al i8 Roadster también podrían ser los Porsche 911 Carrera Cabriolet, Jaguar F-Type Convertible 3.0 V6 380 CV o incluso el propio BMW M4 Cabrio DKG. Todos ellos son mucho más asequibles (ficha comparativa).
El mecanismo del techo permite guardarlo en posición vertical. Tanto la apertura como el cierre se efectuan en 15 segundos y ambas operaciones se pueden hacer con el coche en movimiento hasta 50 km/h. Cuando se descapota, la ventanilla trasera se eleva 30 mm para actuar como cortavientos. El hueco que queda entre los asientos y la mampara posterior tiene una capacidad de 100 litros, y sirve de desahogo adicional al maletero frontal, que es muy pequeño (88 l).
Las puertas se abren hacia arriba, como en el cupé, pero prescinden de marcos en las ventanillas. Están hechas de aluminio y plástico reforzado con fibra de carbono, al igual que el resto de la carrocería del coche (también son de fibra de carbono los umbrales de las puertas y algunas zonas de refuerzo en ambos ejes). BMW dice que pesa 60 kg más que el cupé, lo cual es una diferencia pequeña entre estas dos variantes de carrocería (los descapotables suelen ser siempre más pesados porque requieren refuerzos en la estructura. Entre un BMW 640i Coupé y un 640i Cabrio hay 135 kg de diferencia, por ejemplo; ficha comparativa).
La capacidad de la batería es de 11,6 kWh brutos (9,4 kWh de capacidad neta), 4,5 kWh más que la batería del modelo de 2014 (a partir de ahora, las cifras entre paréntesis serán una comparación con el i8 Coupé de 2014).
El motor eléctrico tiene 143 caballos (antes 131) y transmite la potencia al eje delantero. Según BMW, el i8 Roadster puede circular solo con propulsión eléctrica hasta 105 km/h en el modo estándar (el que se activa al arrancar el coche) y hasta 120 km/h si se pulsa el botón que potencia el modo eléctrico eDrive (antes, en el modo estándar, solo llegaba hasta 70 km/h, y en el eléctrico a los mismos 120 km/h). Según el ciclo de homologación NEDC, el i8 Roadster puede recorrer hasta 53 km solo con impulso eléctrico antes de agotar por completo la batería.
La batería requiere «menos de cuatro horas y media» para una recarga total en una toma de corriente de 2,3 kW (un enchufe de 230 V y 10 A, los habituales en casa) y casi 3 horas para una recarga total en una toma de corriente de 3,6 kW (un enchufe de 230 V y 16 A).
El motor de combustión interna mueve las ruedas traseras. Recibe un nuevo filtro en el escape para reducir la emisión de partículas y retoques para mejorar su sonoridad (respecto al del cupé de 2014). Tiene tres cilindros, 1,5 litros de cilindrada y da 231 caballos de potencia máxima y 320 Nm de par máximo. Entra en funcionamiento cuando se requiere mucha aceleración, cuando se supera cierta velocidad (que, habitualmente, es inferior a la máxima velocidad en modo eléctrico) o cuando no tiene carga en la batería. También se desconecta con más rapidez cuando el conductor levanta el pie del acelerador o el coche necesita poca potencia para avanzar.
El i8 Roadster puede acelerar entre 0 y 100 km/h en 4,6 segundos (dos décimas más que el Coupé 2018) y alcanzar 250 km/h. El consumo medio homologado es de 2,1 l/100 km. No hay ningún descapotable de tamaño y potencia parecida con un consumo tan bajo (aunque esta cifra es muy difícil de alcanzar en uso real).
El conductor puede elegir entre dos modos de conducción. Uno híbrido en el que ambos motores funcionan de forma conjunta en función de las necesidades y otro puramente eléctrico. Cuando el modo híbrido está activo y hay una ruta fijada en el navegador, el sistema de gestión optimiza el funcionamiento para apagar el motor de gasolina el mayor tiempo posible (por ejemplo, al atravesar zonas a baja velocidad).
La suspensión de serie tiene amortiguadores de dureza variable, y las llantas son de 20 pulgadas de diámetro (el mismo tamaño que tenían las del i8 Coupé 2014, pero aproximadamente un kilogramo más ligeras).
Hay varias combinaciones de colores de tapicerías de cuero disponibles, así como de molduras decorativas, para personalizar el interior, algunas de ellas diferentes a las que hay en el Coupé (la combinación estándar de serie se denomina Carpo, con cuero blanco y negro. Hay otras dos denominadas Halo y Accaro).
En el equipamiento de serie están incluidos los asientos con regulación eléctrica y calefacción, un sistema de visión periférica para la ayuda al aparcamiento y el sistema de navegación Professional. La disposición de los menús del sistema multimedia cambia respecto a la del modelo precedente. Entre los elementos opcionales están el sistema de información proyectada en el parabrisas, los faros con tecnología láser y el aviso acústico a peatones. Ninguno de estos elementos es novedoso en la gama i8. Sí son novedosos dos nuevos colores para la carrocería: E-Copper metallic y Donington Grey metallic shades.