Una de las pruebas que hemos hecho con el i5 M60 xDrive Touring ha sido la de nuestro recorrido de consumo por autovía. Fue un día soleado, de temperaturas suaves para ser agosto, unos 25 grados durante todo el trayecto. En él, esta versión de dos motores y 601 caballos de potencia ha gastado 23,3 kWh/100 km. El i5 eDrive40 (la berlina de 340 CV) gastó 22,1 kWh/100 km (un cinco por ciento menos). La diferencia a igualdad de condiciones seguramente sea algo mayor, porque el día que hicimos la prueba con el eDrive40 hacía mucho viento.
Con un consumo de 23,3 kWh/100 y una capacidad útil de la batería de 81 kWh, la autonomía máxima del i5 M60 xDrive Touring queda alrededor de los 350 kilómetros. La cifra alcanzada en la prueba WLTP (que se hace a distintas velocidades) es de 506 kilómetros.
El eDrive40 gastó en ciudad 17,2 kWh/100 km; el M60 xDrive ha gastado un 23 por ciento más (21,1 kWh/100 km) en unas condiciones que no eran peores porque había menos tráfico. Ambos datos corresponden al mismo trayecto, uno en el que la conducción es suave y que combina avenidas sin semáforos, con centro urbano, calles de 30 km/h y de 50 km/h; un tercio del recorrido es por una vía de dos carriles por sentido con límite 90 km/h. En este caso, la autonomía sería de cerca de 400 kilómetros.
El proceso de recarga está bien resuelto por BMW. El puerto de carga (que está en el lado derecho, en la aleta trasera; imagen) tiene un testigo luminoso que indica del proceso y en el cuadro de instrumentos se muestra información clara y suficientemente abundante para saber cómo va la recarga.
La aplicación para el móvil también es útil. En ella se muestra el proceso de carga con los datos correspondientes. Las recargas quedan almacenadas por si se quieren consultar a posteriori. Tanto desde el teléfono como desde la pantalla central del i5 es posible variar el límite de carga. También se puede ajustar la potencia en corriente alterna (por si conviene limitarla) y programar las recargas. Estos ajustes se pueden asignar a una localización (por GPS) y así dejar configurada de manera diferente la carga en casa de la que se hace en otros lugares, como el trabajo o en un centro comercial.
La potencia máxima de recarga en corriente continua es de 205 kW. Es un valor que hemos alcanzado siempre en las recargas y que ha mantenido durante unos cinco minutos máximo (lo que equivale a recargar unos 16 kWh en ese tiempo). A continuación la potencia dibuja una curva que casi se hace plana cuando se llega al 85 % de capacidad con una potencia de 50 kW hasta casi el final. Pasar del 10 al 80 % supone estar detenido una media hora.