Amanece con niebla y el mal tiempo nos acompaña ya hasta Londres, a donde llegamos por la noche después de embarcar el León en el Ferry. Mil kilómetros en un día, con niebla o lluvia constante. Y buscar alojamiento al llegar.
(Viajar sin reservas no ata, pero es caro y en algunos momentos desesperante). En Francia se conduce más rápido cuando llueve o hay niebla que con buen tiempo. Debe ser porque la mala visibilidad corta la luz de los flashes de la policía. La velocidad máxima en las autopistas francesas está limitada a 130 km/h con buen tiempo y a 110 con lluvia o niebla. Nuestra impresión fue que en el norte del país, de París a Calais, recorrido en el que no paró de llover intensamente, se circulaba sobre 160 km/h.