Peugeot renueva el 5008, un monovolumen de cinco o siete plazas que lanzó al mercado en 2010 (más información). Tiene cambios de aspecto y de equipamiento, así como una caja de cambios automática mejorada. Está en venta desde 18 410 euros con un motor de gasolina de 120 CV de potencia y desde 20 800 euros con uno Diesel de 114 CV (todos los precios).
El frontal —con tomas de refrigeración más grandes y paragolpes y faros nuevos— es completamente diferente (imagen modelo 2014 e imagen modelo 2010). Los faros, según la versión, tienen bombillas halógenas, o bien, de xenón para el alumbrado de cortas y largas y de ledes para los intermitentes y la luz diurna. Hay dos nuevos colores de carrocería (Roble Rich y Gris Artense) y, de las llantas disponibles —de 16, 17 y 18 pulgadas de diámetro—, las de 17 tienen un diseño nuevo.
La gama de motores no varía respecto al modelo de 2010, es decir, hay dos de gasolina —1.6 VTI de 120 CV y 1.6 THP de 156 CV— y tres Diesel —1.6 HDI de 114 CV, 2.0 HDI de 150 CV y 2.0 HDI de 163 CV—. La caja de cambios de serie es manual, de 5 o 6 velocidades según la versión, excepto con el motor Diesel más potente (2.0 HDI 163 CV), que se combina de manera exclusiva con una caja automática de seis relaciones. Para el motor 1.6 HDi de 114 CV hay disponible en opción una caja de cambios automática —estructuralmente es una caja manual con automatismos para el accionamiento del embrague y la selección de las marchas—, denominada ETG («Efficient Tronic Gearbox»), que sustituye al anterior cambio CMP.
He conducido el 5008 con el motor 1.6 HDi de 114 CV y el cambio manual de seis velocidades. Es un motor con un funcionamiento suave y silencioso, pero su respuesta está muy condicionada por la entrada efectiva del turbo. Por debajo de 1700 rpm tiene poca fuerza y hace que, en ocasiones —pequeñas cuestas o rampas de garaje—, cueste salir con agilidad. Por encima de ese régimen de revoluciones, la respuesta es mucho más satisfactoria y tiene fuerza suficiente para afrontar cuestas pronunciadas sin tener que reducir marchas (al menos con una persona a bordo, que es como lo he conducido). En carreteras de doble sentido permite adelantar en poco espacio siempre que se mantenga el régimen del motor en su zona óptima —entre unas 1700 y 4000 rpm—. Con el coche cargado estas maniobras se harán con mayor lentitud y puede que este motor se quede corto de potencia para algunas personas.
Me ha dado la impresión de que este motor consume poco carburante. En el recorrido previsto por la organización durante la presentación del modelo, de unos 120 kilómetros por todo tipo de carreteras —doble sentido, autopista y ciudad—, y siendo exigente con el motor en algunas ocasiones, el consumo indicado por el ordenador de viaje fue 5,0 l/100 km. Si el error de éste no es muy grande, es un dato excelente.
La suspensión responde con suavidad en la mayor parte de situaciones y filtra bien las imperfecciones de la carretera, sin embargo, hay situaciones en las que sacude de manera clara la carrocería (por ejemplo, al pasar por los badenes reductores de velocidad que hay en muchas ciudades). El 5008 permite una conducción rápida por carreteras con curvas porque entra bien en ellas, es ágil y además la carrocería no se balancea ni cabecea en exceso. La dirección es el aspecto que menos me ha gustado; tiene un tacto demasiado blando que le resta precisión y no consigue transmitir información de lo que ocurre entre las ruedas y el asfalto.
El habitáculo está recubierto de materiales con tacto blando y buen aspecto. Además, los ajustes entre las distintas piezas están cuidados y parecen sólidos. El puesto de conducción está situado más alto que en un turismo, proporcionando una mejor visibilidad y permitiendo un acceso más cómodo. Tiene una consola muy voluminosa que puede resultar molesta para algunos conductores porque su pierna este en continuo contacto con ella.
El 5008 puede tener cinco o siete plazas (tener siete plazas no supone un coste extra). Las siete plazas se reparten en tres filas de asientos, con una disposición 2+3+2. A la tercera fila se accede desplazando hacia delante alguno de los dos los asientos exteriores de la segunda fila, cuyas banquetas se levantan y se ponen paralelas al respaldo. Es una operación sencilla, aunque exige que la persona tenga cierta agilidad para acceder al habitáculo. Cuando las plazas de la tercera fila no son necesarias, se pueden plegar y guardar con facilidad bajo el piso del maletero, dejando una superficie plana.
En las plazas delanteras, el espacio disponible es inferior al de las alternativas más capaces, como el Ford Grand C-MAX, el Chevrolet Orlando o el Renault Grand Scénic (tabla comparativa de mediciones interiores). La segunda y tercera fila de asientos se encuentran en un término medio en cuanto a anchura y espacio para las piernas, pero la altura disponible es escasa (el modelo que hemos medido tenía el techo panorámico de cristal, que resta unos centímetros en ésta medición).
El volumen del maletero con cinco asientos es 579 litros (con los asientos de la segunda fila en la posición más retrasada posible). Es un volumen menor que el de un Opel Zafira Tourer (710 litros) o un Volkswagen Touran (695 litros), pero mayor que el de un KIA Carens o un Ford Grand C-MAX. Si se adelantan al máximo, el volumen crece hasta 679 litros. Además, el respaldo del asiento del pasajero delantero se puede abatir para introducir objetos de hasta 2,76 m de largo. Estas cifras de volumen del maletero no varían entre las versiones de cinco y siete plazas.
El 5008 está en venta desde 18 410 euros con el motor de gasolina de menor potencia (1.6 VTI de 120 CV) (todos los precios). Si tomamos como referencia la versión Diesel más accesible (1.6 HDI 114 CV Access; 20 800 euros), tiene un precio superior al de un KIA Carens (115 CV) o un Dacia Lodgy (110 CV) (ficha comparativa), similar a un Ford Grand C-MAX (114 CV) (ficha comparativa) e inferior al de un Volkswagen Touran (105 CV), un Citroën Grand C4 Picasso (114 CV) y un Renault Grand Scénic (110 CV) (ficha comparativa).
Está disponible con tres niveles de equipamiento: «Access», «Active» y «Allure». El primero de ellos solo se puede combinar con los motores de menor potencia —1.6 VTi 120 CV y 1.6 HDi 114 CV—; el segundo con los ya mencionados y con el 2.0 HDi de 150 CV; y el tercero con todos los motores.
Desde el nivel básico «Access», son de serie elementos como los cuatro elevalunas eléctricos, el freno de estacionamiento eléctrico, el sistema de ayuda para el arranque en pendientes, el programador de velocidad o el aire acondicionado. El nivel «Active» añade a lo anterior el climatizador bizona, las llantas de aleación, la conexión Bluetooth para teléfonos móviles, los sensores de lluvia y luz o las cortinillas para las ventanas de las plazas posteriores. Por último, el nivel «Allure» añade elementos como un sistema de proyección de información (a color, aunque en este caso la información se proyecta sobre una pieza de plástico que hay en la parte superior del salpicadero y no sobre el parabrisas; imagen), un sistema que mide el espacio que hay entre dos vehículos para ver si es posible aparcar entre ellos, el techo panorámico de cristal o el sistema de navegación.
Entre las opciones posibles para este monovolumen hay un juego de dos pantallas traseras de 7 pulgadas, con unas conexiones en la consola para conectar reproductores de sonido y vídeo, además de dos auriculares inalámbricos. También se puede optar por una cámara trasera de ayuda al aparcamiento (imagen).
Asegurar a todo riesgo un 5008 1.6 HDi con el nivel de equipamiento «Active» tiene un coste mínimo de 455 euros. El tomador es un hombre de 35 años, con 15 de carné, que utiliza el coche a diario, realiza hasta 30 000 kilómetros al año, aparca en un garaje individual y vive en Madrid. Es una póliza de la compañía Nuez Seguros con una relación entre calidad y precio buena (7,31 puntos sobre 10) y una calidad normal (5,46 puntos sobre 10). Este supuesto lo hemos realizado con el comparador de seguros de km77.com.