El Opel Zafira es un coche recomendable para quienes necesiten un monovolumen de este tamaño cuyo habitáculo permita llevar hasta 7 pasajeros y pueda convertirse con facilidad en un gran espacio de carga. El interior del Zafira es revolucionario (hace ya tiempo que lo fue). El gran inconveniente de todos los monovolúmenes que se venden (excepto el Zafira) es que si se quiere obtener una zona de carga amplia y diáfana es imprescindible dejar los asientos "aparcados" en algún lugar fuera del coche. En el Zafira, con todos los asientos dentro del coche, hay una superficie de 1,65 metros de longitud desde el portón posterior hasta el primer obstáculo (la segunda fila de asientos, desplazada hacia su posición más adelantada). Es una superficia llana que hasta se puede utilizar como cama improvisada por personas de estatura media-baja.
Esta superficie lisa y sin obstáculos (con siete asientos dentro del coche) no se encuentra en ningún otro vehículo de pasajeros ni de esta dimensión ni de tamaño superior. Para conseguir la transformación de vehículo de pasajeros a vehículo de carga, en el Zafira la última fila de asientos bascula de tal forma que se queda plana en el suelo. La base de la superficie de carga es la zona posterior del respaldo de la última fila de asientos.
El sistema para escamotear esta última fila de asientos resulta muy sencillo y no requiere esfuerzo (a diferencia de lo que sucede cuando hay que mover los asientos individuales de los monovolúmenes tradicionales, que pesan un quintal). Lo primero que hay que hacer es desplazar la fila central de asientos hacia delante. Este movimiento se realiza con facilidad, ya que el asiento va situado sobre unas guías largas que permiten desplazarlo sin apenas esfuerzo.
Una vez desplazada la fila central de asientos, queda despejado el hueco en el que se encajan los asientos posteriores, que se pueden escamotar de uno en uno. Para colocar la última fila de asientos en su posición de carga o en su posicón de pasajeros tampoco es necesario esfuerzo. En todo caso un poco de maña y tener la precaución de plegar bien la alfombrilla que recubre el maletero, ya que de lo contrario puede interponerse entre los enganches del asiento y los anclajes de la carrocería.
Esta posibilidad de plegado individual de la última fila de asientos permite variaciones enormes para transporte de carga y de pasajeros. Si hay que llevar algún objeto largo, en el Zafira pueden viajar cuatro personas distribuidas de la siguiente forma: una en la plaza del conductor (imprescindible) otras dos en la fila central (pegadas al lado izquierdo) y una última en el asiento posterior de la izquierda (en fila con el conductor). De esta forma se deja una zona despejada, de casi 3 metros de largo, entre el portón posterior y el parabrisas delantero. Como los respaldos de los dos asientos de la derecha (el del copiloto y el que va situado justo detrás) se pueden plegar sobre la banqueta, queda un hueco para transportar con relativa comodidad, por ejemplo, los rieles de una cortina.
Hay muchas posibilidades de carga, si bien hay que recordar que no se trata de un vehículo comercial y que llevar bultos sueltos en un coche (no metidos en un maletero o en zona de carga) es muy peligroso en caso de accidente. Los bultos sueltos se convierten en proyectiles que pueden golpear fatalmente a cualquiera de los ocupantes del coche. Este es un problema generalizado de los monovolúmenes. Los pasajeros, en muchas ocasiones, no están protegidos correctamente, en caso de impacto, de los bultos situados dentro del coche. Es imprescindible tomar la precaución, al menos, de sujetar lo mejor posible todas las cosas que vayan en el interior, y poner siempre las más pesadas directamente sobre el piso del maletero y bien encajadas contra el respaldo de los asientos.