La impresión que tiene uno al examinar el interior del Zafira es que se ha puesto mucha atención y medios en algunas zonas del coche y sin embargo hay otras que se han quedado un poco deslabazadas. La zona que claramente ha recibido mayor atención es la parte central.
La segunda fila de asientos, con sus 29 cm de recorrido longitudinal, que permite variar los espacios del coche con facilidad y la tercera fila escamoteable merecen por sí solas la compra de un coche. Creo que no hay en el mercado una solución tan ingeniosa y práctica como la del Zafira para alternar necesidades de transporte de personas y de bultos o equipajes.
Sin embargo, por detrás de la última fila de asientos el remate de las ideas y de los guarnecidos es pobre. Por ejemplo, bajo el piso del maletero hay una trampilla muy útil en la que guardar los triángulos de emergencia y la bolsa de herramientas. Los clips que sujetan la moqueta que cubre la trampilla son difíciles de liberar y tienen toda la pinta de dejar de hacer presión sobre la moqueta después de haberlos aflojado y apretado unas cuantas veces. Normalmente no habrá que utilizarlos, pero si se quiere sacar partido de esa trampilla y guardar alguna cosa, lo común será manipular esas presillas continuamente.
Una vez levantado el guarnecido nos encontramos con material insonorizante suelto recubriendo la tapa de la trampilla y la tapa misma, sin bisagras y con un cierre infame. Al girar media vuelta la pestaña que libera el cierre, se puede abrir la tapa, que se desencaja sistemáticamente de su alojamiento y que luego hay que volver a encajar si se quiere cerrar en condiciones. No es nada grave. La tapa es ligera (podía serlo más) y se mueve sin esfuerzo, pero no se ha puesto ningún cuidado en rematar bien el diseño de esa zona. Parece como si nadie se hubiera dedicado a pensar esa parte del coche y al final se hubiera puesto una tapa con prisas sujeta por un tornillo. Quizá haya propietarios de ese coche que nunca levanten la moqueta que recubre el maletero y ni siquiera descubran la trampilla.
Desde el interior de esa trampilla se debe girar el tornillo para liberar la rueda de repuesto, que va situada por fuera del coche, bajo el maletero. El tamaño de esta rueda es el mismo que el de las otras cuatro (atención si alguien decide optar por ruedas de mayor tamaño. Es casi seguro que no caben en este alojamiento despues de pinchar). La situación de la rueda y el trabajo que hay que hacer para quitarla de su alojamiento es incómodo. Para soltar el enganche que sujeta el armazón donde va la rueda hay que levantar el conjunto a pulso unos centímetros, en posición muy incómoda. El sistema de sujeción y liberación de la rueda de repuesto tampoco está muy trabajado.
Otro detalle incomprensible es la falta de alojamiento para la cortinilla que cubre el maletero cuando van ocupadas las siete plazas. No hay un lugar apropiado en todo el coche para llevar el soporte de la cortinilla. No cabe en el maletero ni a lo largo por debajo de los asientos (no hay espacio por debajo de los asientos posteriores). El único sitio que parece más o menos posible llevarla es en los pies de los pasajeros de la fila central, con la consiguiente incomodidad, ya que además no hay fijación alguna para sujetarla.
Las diferencias básicas de equipamiento entre el Zafira Comfort y Elegance son el aire acondicionado, los faros antiniebla y las llantas de aleación. No hay variación en elementos como las tapicerías o los asientos. Los elevalunas eléctricos en las ventanillas delanteras y el cierre centralizado con mando a distancia son de serie en ambas versiones. Por los elevalunas eléctricos de las puertas posteriores hay que pagar 38.000 pesetas. Todos los elevalunas eléctricos tienen un sistema para abrir y cerrar con un solo toque.
En las ilustraciones del libro de instrucciones que se entrega con el coche se aprecian dos elementos que no están disponibles en España pero que, por lo visto, sí lo están en otros países: un equipo de iluminación interior más potente, con luces para lectura de mapas, una luz central posterior y también una salida de aire para las plazas posteriores, que debe permitir enfriar o calentar el coche de forma más homogénea.