El Vectra 2.2 Di me ha causado una impresión general mejor de la que debería salir si se suman variables aisladamente.
Casi todas las cualidades más favorables están relacionadas con el confort: suavidad, ruido y suspensión. Es un coche agradable de conducir en condiciones normales, aunque no tiene una suspensión que aísla tanto a los pasajeros como la del C5, por ejemplo.
Lo mejor del Vectra es su relación entre precio y equipamiento. La versión «Club» es el Diesel más barato con carrocería de cuatro puertas entre 4,4 y 4,8 m de largo, y con motor de cuatro cilindros entre 115 y 135 CV. El equipamiento de serie de esta versión es bueno y, opcionalmente, puede tener cosas como control de estabilidad o navegador.
Tiene mucha amplitud interior en casi cualquier medida, pero no está a la altura de los mejores en espacio para las piernas atrás. El maletero es muy voluminoso, aunque no igualmente aprovechable porque su forma no es regular.
Es mucho más pesado que sus competidores; eso se nota en las prestaciones más que en el consumo. No es tan rápido como otros coches de potencia semejante, ni lo es mucho más que otros con menos caballos.
Tampoco tiene una estabilidad sobresaliente. En carreteras lentas no es tan ágil como un Mondeo o un Laguna; en las rápidas —si el suelo es irregular— puede tener más movimiento de carrocería que estos y otros competidores.
Por equipamiento, hay tres versiones diferentes que pueden llevar este motor: Club, Comfort y Elegance. Éstas son las diferencias de equipamiento entre ellas, y éstas las opciones comunes para las tres.
De momento sólo se vende con carrocería de cuatro puertas. Próximamente estará disponible el cinco puertas GTS.