En general, el Note causa mejor impresión que el Micra. La parte derecha del salpicadero es la única zona en la que Nissan ha utilizado un plástico de tacto blando. El resto son duros pero tienen un acabado superficial que les da buen aspecto; de hecho, a simple vista resulta imposible saber que la parte izquierda del salpicadero (plástico duro) y la derecha (plástico blando) están hechas de distinto material.
Donde hemos encontrado más pegas es en los ajustes de algunas piezas: en la unidad que hemos probado las había mal fijadas o montadas; quitando esos detalles la terminación general del coche es satisfactoria. A simple vista, el Nissan parece mejor que un Toyota Yaris.
La versión «TEKNA» (la de la prueba) tiene un sistema de entrada y arranque sin llave pero que no es tan evolucionado como el que tiene un Renault Clio, por ejemplo. Para abrir el coche no basta con introducir la mano en el tirador para que se desbloquee el cierre, sino que hay que pulsar primero un botón que hay en él (el mismo que se usa para cerrar).
Una vez dentro, y si queremos arrancar el motor, hay que girar una pieza de plástico que hay donde normalmente se introduce la llave mientras simultáneamente pisamos el pedal de freno. Tener pisado ese pedal es requisito imprescindible para poder girar esa pieza, que también sirve para conectar el contacto. Aunque esto puede ser interesante desde el punto de vista de la seguridad (si dejamos a los niños en el coche un momento de este forma se evita que puedan accionar algún dispositivo) es un engorro si es un adulto el que se queda dentro y quiera bajar o subir su ventanilla mientras el conductor no está.
El cuadro de instrumentos no tiene indicador de temperatura del refrigerante del motor; a cambio hay un testigo que permanece encendido mientras esta frío y otro que advierte en caso de sobrecalentamiento.
No puedo opinar sobre el funcionamiento del climatizador porque el de nuestra unidad tenía un problema con la apertura de unas trampillas.
El ordenador tiene dos cuentakilómetros parciales, e indica acerca de la autonomía, consumo y velocidad medios, y temperatura exterior. Se puede manejar desde un pulsador que hay en el cuadro (que es incómodo de accionar) o desde el mando que hay en el volante.
El habitáculo esta bien iluminado: hay dos plafones en el techo y cuatro luces de lectura; también hay muchos sitios para dejar cosas: una guantera refrigerada de gran capacidad (imagen) con un hueco en el exterior útil para llevar mapas, un compartimiento con tapa en la parte superior del salpicadero (recubierto de un material antideslizante), dos recipientes descubiertos delante de la palanca de cambio, bolsas y bandejas en los respaldos de los asientos delanteros, seis reposavasos (imagen) y pequeñas bolsas en las puertas delanteras. Además, la banqueta del asiento del acompañante se puede levantar, dejando al descubierto un hueco de tamaño suficiente para guardar un bolso.