En la gama 2003, Nissan ha realizado algunos cambios en el motor 1.5 16V. Ahora tiene nuevos colectores de admisión y escape, cambios en los árboles de levas, un nuevo sistema de inyección, la cadena de distribución es diferente y ha cambiado el catalizador. De esta forma, la potencia ha pasado de 90 a 98 CV y el par máximo ha subido hasta 136 Nm a 4.000 rpm (antes 128 Nm a 2.800 rpm).
Con este motor, el coche sería más aprovechable si los desarrollos del cambio fueran menos largos. Nissan los ha alargado aún más, cuando ya antes eran demasiado largos (34,2 km/h en 5ª a 1.000 rpm). La caja de cambios mantiene las mismas relaciones en las marchas, pero se ha alargado el grupo final: el resultado es un desarrollo en 5ª a 1.000 rpm de 36,1 km/h.
Es un desarrollo muy largo dado el peso de este Almera (1.245 kg, de los más altos entre coches semejantes) y el funcionamiento del motor. Ni siquiera en cuarta velocidad puede llegar al régimen de potencia máxima; en esa marcha, se queda a 5.860 rpm.
Eso lo hace muy lento a la hora de recuperar velocidad en marchas largas. Necesita 18,2 segundos para pasar de 80 a 120 km/h en 4ª y nada menos que 25,6 segundos para hacer lo mismo en 5ª. Ningún otro coche de este tamaño y potencia que hayamos probado es tan lento.
Su capacidad para acelerar es más normal, aunque también es algo más lento que la mayoría de sus rivales (mediciones). Su respuesta es progresiva a cualquier régimen, aunque a partir de 4.000 rpm funciona con más energía y permite estirar con fuerza hasta la zona roja del cuentavueltas (6.500 rpm), incluso por encima del régimen de potencia máxima (6.000 rpm).
Sí me ha gustado por su suavidad y no me ha parecido ruidoso.
La única ventaja que le he encontrado a los desarrollos largos del cambio es que permite viajar a velocidades de crucero en torno a 150 km/h con un régimen de motor moderado (4.150 rpm), lo cual permite disfrutar de un consumo reducido a velocidad sostenida: en dichas condiciones hemos medido un consumo de tan sólo 6,9 l/100 km.
En cuanto llegamos a una subida larga, hay una retención o llevamos pasajeros en el interior (más peso), será indispensable reducir de marcha a menudo para poder mantener un ritmo moderadamente ágil.
En mis mediciones, el Almera 3p 1.5 ha gastado 9,2 litros/100 km en una conducción por carretera y ciudad a ritmo moderado. El consumo ha sido 10,3 l/100 km en las mismas condiciones pero con un uso más ágil. En conducción rápida por carretera ha gastado 12,7 l/100 km.