El volante del Nissan 370Z no tiene regulación en profundidad, sólo la tiene en altura. Algunos conductores echarán en falta la posibilidad de acercarse o alejárselo del cuerpo. Yo no he tenido esa necesidad. El cuadro de instrumentos está fijado a la columna de la dirección, lo que implica que se mueve solidariamente con el volante cuando se regula su altura.
En el 370Z se va sentado cerca del suelo y con las piernas muy estiradas, aunque no tanto como en un BMW Z4. Hay sitio para que dos personas viajen con suficiente sensación de espacio porque no van muy cerca entre sí —en un Porsche Cayman de 2009 hay menos anchura tanto entre los ocupantes como entre ellos y las puertas— y salvo que sean de gran estatura, sus cabezas no quedan muy cerca del techo.
El puesto de conducción tiene buenos detalles como zonas almohadilladas en la consola para que los ocupantes apoyen sus rodillas en las curvas sin hacerse daño. Los asientos son muy cómodos y sujetan bien el cuerpo sin dificultar en exceso la entrada y salida del habitáculo.
El alojamiento para introducir el mando —no lleva la clásica llave— va colocado en una posición incómoda, a la izquierda del salpicadero y en la prolongación de la rodilla del conductor. Para llegar ahí hay que doblar mucho el tronco y separar la espalda del asiento.
No me parece que sea un problema en un coche que se puede arrancar el motor con el mando en el bolsillo porque el botón de arranque está en la consola, cerca del volante.
No se pueden llevar niños sentados en una silla de las que van colocadas en el sentido contrario a la marcha porque el airbag del acompañante no se puede desconectar.
La visibilidad hacia atrás no es buena en términos absolutos aunque no es peor que la de otros coches con una carrocería de estilo parecido, como un Audi TT (modelo 2011) o un Porsche Cayman (modelo 2009). Eso no crea problemas en tráfico abierto, porque entre el retrovisor interior y los amplios retrovisores exteriores se controla bien toda la zona posterior. Resulta difícil tomarle las medidas en maniobras, apreciar farolas o postes situados cerca de los montantes posteriores o salir de aparcamientos en batería.
En el 370Z se puede llevar equipaje detrás de los asientos o en el maletero. Detrás de los asientos tiene dos cajones con tapa y una bandeja donde se pueden depositar objetos no muy grandes, como una carpeta o un maletín. Para guardar algo ahí primero hay que abatir los asientos hacia delante.
El maletero tiene 235 litros que no es mucho y además tiene unas formas poco regulares a causa de unas grandes protuberancias de los elementos de la suspensión que hay en cada uno de sus laterales (imagen).
Como su borde de carga está muy elevado, para introducir un objeto hay que levantarlo mucho. Lo que hay en el maletero queda oculto desde el exterior por una cortinilla extensible como la que tienen los vehículos con carrocería familiar. Desde la cortinilla hasta el fondo hay muy poca distancia por lo que no entran maletas gruesas.