El Nissan 370Z es un cupé de dos plazas, con un maletero muy pequeño y un motor de gasolina de 328 CV colocado en posición delantera y tracción en las ruedas traseras. Se comercializa desde marzo de 2009, fecha en la que reemplazó al 350Z. Hay disponibles dos carrocerías: cupé y descapotable (el descapotable llegó al mercado en abril de 2010 y lo tratamos por separado en este artículo). Además, hay una versión NISMO, con mayor potencia (344 CV) y cambios en la suspensión y en la aerodinámica para hacerlo más rápido (información del Nissan 370Z NISMO).
El 370Z Coupé está en venta desde 33 050 € (todos los precios). Es el cupé de entre 300 y 350 CV más asequible del mercado español. Modelos como el BMW Serie 2 Coupé, el Mercedes-Benz Clase C Coupé o el Infiniti Q60 Coupé son más costosos (listado comparativo).
A lo largo de los años, Nissan ha introducido cambios que han alterado ligeramente la estética y mejorado el equipamiento, pero ninguno de ellos ha supuesto una modificación del motor. Sí los ha habido en la caja de cambios y en la suspensión (más información en evolución de la gama).
La última actualización llega a finales de agosto de 2017, solo afecta a la versión cupé (el 370Z Roadster y el 370Z NISMO quedan excluidos) y a partir de ese momento Nissan comercializa este modelo como 370Z 2018. La novedad más importante es que el cambio manual tiene un nuevo embrague (del fabricante EXEDY), con un mejor rendimiento en las reducciones y un pedal que se acciona con menos fuerza. Otros cambios son un nuevo color para la carrocería («Red Metallic»), un diseño nuevo de llanta de 19 pulgadas, el color negro de algunas partes de la carrocería, unos faros y pilotos oscurecidos y un sistema multimedia actualizado.
El 370Z se caracteriza porque tiene reacciones ágiles en curva y un equipo de frenos resistente a un trato exigente. Por su tacto deportivo es mucho más parecido a un Porsche Cayman de 2009 que a un Audi TT de 2011 (ambos modelos actualmente descatalogados, pero con los que comparamos en su momento el Nissan). Este último me parece más fácil de conducir especialmente sobre piso deslizante. El Nissan no me parece la mejor alternativa para quien únicamente necesite un coche (llamativo) para viajar por carreteras rápidas, con comodidad y sintiendo poco el paso de los kilómetros. No encuentro ninguna razón clara para no recomendarlo para un uso así, pero considero que hay otros cupés más silenciosos, cómodos de suspensión y con mayor facilidad para mantener con precisión la trayectoria marcada con el volante a velocidad elevada por carreteras irregulares.
El 370Z lleva un motor V6 de 3,7 litros de cilindrada y 328 CV, que es diferente al que tenía el 350Z, un V6 de 3,5 litros que en su última versión daba 313 CV. Tiene una capacidad de aceleración corriente para su potencia. Según nuestras mediciones, hay algunos cupés menos potentes que pueden acelerar más (tabla comparativa).
En el 370Z se puede elegir entre una caja de cambios manual de seis velocidades o una automática de siete relaciones. La manual tiene un sistema muy interesante que sirve para que durante las reducciones el coche no dé tirones aunque el conductor suelte el embrague con gran rapidez (más información en las impresiones de conducción).
El cambio automático funciona muy bien en la mayor parte de las circunstancias. La séptima marcha es de desahogo. Su funcionamiento puede ser completamente automático o bien el conductor puede seleccionar marchas desde la palanca que hay entre los asientos o con unas levas ubicadas tras el volante —muy grandes y cómodas—. Si se maneja con las levas el cambio se comporta prácticamente como uno manual y no supone un freno para disfrutar de la conducción en carreteras de curvas —en ciertos coches con cambio automático, el conductor tiene la sensación de que no hay una conexión directa entre lo que pisa el acelerador y la respuesta del motor; no es el caso del Nissan—.
El 370Z mide 4,25 metros de largo, 7 centímetros menos que el 350Z. La batalla es 10 centímetros más corta. En cambio, las vías han crecido y son 15 milímetros (delantera) y 55 milímetros (trasera) más anchas. Su capó, portón trasero y puertas son de aluminio.
Habitáculo, equipamiento y precio del seguro
La carrocería no es muy funcional porque deja poca visibilidad en ciertos ángulos, es difícil controlar dónde acaba el capó y su maletero es pequeño (235 litros) y tiene unas formas que dificultan mucho su aprovechamiento.
Como en muchos coches de carrocería cupé, hay que hacer un esfuerzo extra para entrar o salir del habitáculo porque los asientos están muy bajos. El puesto de conducción puede ser cómodo para la mayor parte de los conductores y válido para los de estatura superior a la media, aunque los hay mejores, como el de un BMW Z4. En las impresiones del interior hay más información del habitáculo del 370Z.
Se puede elegir entre dos niveles de equipamiento. Uno estándar, sin un nombre comercial específico, y otro llamado GT. El primero solo está disponible con el cambio manual y tiene menos elementos de serie. En 2010 y 2011 hubo dos versiones especiales, denominadas Black Pack y GT-Edition (más información en la evolución de la gama).
El equipamiento de serie incluye, desde la versión más asequible, seis airbags, control de estabilidad, faros de xenón, reposacabezas activos en las plazas delanteras, climatizador, encendido automático de luces y limpiaparabrisas, alarma y llantas de aleación de 18 pulgadas, entre otros elementos (fichas de equipamiento).
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