La versión 43 tiene un motor de cuatro cilindros y dos litros de cilindrada —código M 139, el mismo del A 45 AMG; imagen— con un sistema de hibridación ligera de 48 voltios. Este sistema da una extra momentáneo de 14 CV (Mercedes-AMG no especifica durante cuántos segundos) y valida a esta versión para llevar el distintivo ECO de la DGT. El SL 55 y SL 63 4MATIC+ «cumplen con la tradición», pues ambos tiene un motor V8 (con 4,0 litros de cilindrada, dos turbocompresores y ningún sistema de hibridación).
El SL 43 pesa 1810 kilogramos, 140 menos que el SL 55 4MATIC+ y 160 menos que el SL 63 4MATIC+. Acelera de 0 a 100 km/h en 4,9 s y alcanza una velocidad punta de 275 km/h. Un Porsche 911 Carrera Cabriolet (1650 kg) tiene un motor de seis cilindros, una potencia máxima de 385 CV, acelera de 0 a 100 km/h en 4,4 s y llega a 291 km/h. El Jaguar F-Type Convertible (1628 kg) con motor de cuatro cilindros tiene 300 CV, necesita 5,7 segundos en dicha aceleración y su velocidad máxima es de 250 km/h.
El SL 63 4MATIC+ acelera de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos y alcanza 315 km/h. Son unas prestaciones ligeramente superiores a las del Jaguar F-Type Convertible 5.0 V8 de 575 CV, una de sus principales alternativas.
Aerodinámica activa
En la carrocería hay varios elementos que se mueven para favorecer la aerodinámica en función de las necesidades. Por ejemplo, en la parte baja del parachoques delantero hay unas lamas que solo se abren cuando el motor necesita refrigeración adicional; mientras no sea así, van cerradas. El alerón, que va integrado en la tapa del maletero, es desplegable; a partir de 80 km/h lo hace automáticamente y, en función de una serie de parámetros, puede colocarse en cinco posiciones distintas. Finalmente, en la parte baja del vehículo, por delante del motor, hay una pieza de fibra de carbono que se desplaza automáticamente 40 mm hacia abajo para crear un efecto Venturi que produce una fuerza descendente que empuja el coche hacia el asfalto.
Capota
La capota es 21 kg más ligera que la del modelo anterior, en gran parte debido a que es de lona y no de metal. Esto ayuda a reducir el centro de gravedad y a mejorar el tacto de conducción, según dice Mercedes-AMG. Para compensar las desventajas causadas por el cambio de material, la fabricación de la capota se realiza con tres capas de lona y una esterilla insonorizante de alta densidad. Va apoyada sobre un armazón de magnesio, acero y aluminio.
El paquete «AMG DYNAMIC PLUS» añade un diferencial autoblocante en el eje posterior de ruedas (de serie en el SL 63 4MATIC+).
Mercedes-AMG ofrece dos trenes de rodaje distintos: AMG Ride Control en el 43 y 55 y AMG Active Ride Control en el 63. La diferencia reside en que el más avanzado tiene un sistema de barras estabilizadoras activas, es decir, un sistema que permite variar la resistencia a la torsión de estas en función de las circunstancias (más confortable en recta, menos balanceo en curva). Otra diferencia está en la interconexión por medio de un circuito hidráulico de los cuatro amortiguadores, lo que permite jugar de forma más rápida y efectiva con la compresión y extensión de cada uno de ellos. Adicionalmente, el SL 63 4MATIC+ también dispone de el Paquete AMG DYNAMIC PLUS que consta de:
- Apoyos del motor dinámicos
- Diferencial autoblocante AMG en el eje trasero
- Programa de conducción RACE
- Tren de rodaje rebajado
El SL R232 está fabricado sobre una plataforma nueva un 18 % más rígida que la anterior. La masa de la carrocería en bruto es de 270 kg. El coeficiente aerodinámico (Cx) es de 0,31. Las llantas pueden ser de 19, 20 o 21 pulgadas de diámetro.
Los discos de freno delanteros miden 390 mm de diámetro y están mordidos por pinzas fijas de seis pistones. Detrás, los discos miden 360 mm y van con pinzas flotantes de un pistón. En opción hay unos discos carbocerámicos de 402 y 360 mm delante y detrás respectivamente. Las pinzas en el SL 43 son de color negro, en el SL 55 son de color rojo y en el SL 65 de color amarillo.