La principal ventaja del EQS SUV frente al EQS berlina viene dada por la practicidad que aporta su carrocería. Está más alejada del suelo y tiene unas puertas de mayor tamaño, facilitando en gran medida la entrada y salida de los ocupantes. Además, los asientos van unos centímetros más alejados del propio piso del vehículo, por lo que no es necesario agacharse para sentarse a ellos.
Otra de las diferencias más importantes con respecto al EQS berlina viene dada por la capacidad de transporte de pasajeros. De serie, el EQS SUV tiene cinco plazas, pero se pueden añadir dos asientos individuales en una tercera fila acudiendo al listado de opciones (cuestan casi 2900 €; imagen). En ellos no hay tanto espacio ni tantas atenciones hacia los pasajeros como los de la segunda fila, pero son perfectamente aprovechables para niños o adultos de poca estatura, como comentamos unos párrafos más abajo.
Segunda fila de asientos
Los asientos de la segunda se pueden desplazar longitudinalmente 130 mm o cambiar la inclinación de los respaldos en 18 grados. Los ajustes son eléctricos y los mandos, como es habitual en Mercedes-Benz, están en las puertas (imagen).
Según nuestras mediciones, si se coloca esta segunda fila de asientos en su posición más retrasada, el espacio para las piernas, así como la anchura entre puertas es similar que en el EQS berlina. Sin embargo, en el SUV hay cuatro centímetros más de altura libre al techo (hemos medido un EQS SUV con techo solar y un EQS sin este elemento, por lo que si ambos tuviesen la misma configuración, la diferencia probablemente sería mayor). Además hay otra diferencia clave: la banqueta del EQS SUV va un poco más elevada respecto al piso y por ello los ocupantes altos llevan las rodillas en una posición más cómoda respecto a la cadera. Por último, en la versión SUV el piso de la segunda fila es plano, facilitando el paso de una plaza a otra.
Los pasajeros de esta fila tienen a su disposición, bien de serie o bien de manera opcional, muchos elementos de confort: un climatizador bizona independiente del de las plazas delanteras (con salidas de aire tanto en el piso como en los montantes laterales; imagen), tomas USB y HDMI en la consola que hay entre los dos asientos delanteros (imagen), un reposabrazos central con varios compartimentos diferenciados y un cargador inalámbrico integrado (imagen), calefacción y ventilación para los butacas o un sistema de entretenimiento que consta de dos pantallas en las que se puede ver contenido multimedia (películas o series, por ejemplo) y consultar y/o modificar algunas de las funciones del coche (navegación, sonido, estado del sistema propulsor o climatización; imagen e imagen).
Tercera fila de asientos
Si el EQS SUV cuenta con la tercera fila, los asientos de la segunda se pueden desplazar 290 mm hacia delante para facilitar el acceso (función Easy Entry; imagen). Este proceso está automatizado (aunque es muy lento) y se hace pulsando un botón que hay en la zona superior de los respaldos exteriores de la segunda fila (imagen).
El acceso a esta tercera fila es complicado por la gran diferencia de altura entre el piso de la calle y el piso del coche donde hay que colocar el pie para impulsar el cuerpo. Además, el sitio que queda para entrar es estrecho y tiene poca altura (27 y 101 centímetros, respectivamente). Una vez dentro, para conseguir que el espacio para la piernas sea suficiente, hay que adelantar unos centímetros la banqueta de la segunda fila (de lo contrario será casi imposible encontrar una posición cómoda).
La altura hasta el techo es justa (hay 87 centímetros, 11 menos que en la fila anterior), así como la anchura, pero son plazas que pueden ser utilizables por niños —o adultos de baja estatura— para algo más que una emergencia. Un Tesla Model X tiene dos o tres centímetros más de altura desde la cabeza hasta la luna trasera (que es lo que queda justo encima de la cabeza de los ocupantes), pero menos anchura para los hombros. Sin embargo, la gran diferencia entre el Tesla Model X y el EQS SUV es que en el primero, el acceso a esta tercera fila es más cómodo porque el techo forma parte de la puerta y, al abrirla, no es un obstáculo.
Los dos pasajeros de estas plazas tienen menos atenciones que los de la segunda (y la primera), pero más de las que suelen ser habituales. Hay reposabrazos tapizados y con un mullido confortable, huecos para depositar objetos en las paredes laterales, cuatro tomas USB de tipo C (dos en cada lado) y un plafón de iluminación propio.
Cuando no se utilizan, estas plazas se pueden abatir bajo el piso del maletero tirando a mano de unos asideros que hay en la parte superior del respaldo, como en modelos que cuestan mucho menos dinero. La superficie resultante es completamente plana, al igual que ocurre cuando se hace lo propio con los asientos de la segunda fila (en ese caso, eso sí, el movimiento está automatizado).
Maletero
Cuando los asientos de la segunda fila están completamente retrasados, el maletero tiene una capacidad de 645 litros. Cuando se adelantan del todo, hay 880 litros. En el caso de contar con siete asientos, el maletero pierde 80 litros si los de la tercera fila están plegados; con ellos colocados, hay 195 litros para dejar el equipaje. El maletero del EQS SUV es más capaz que el de un BMW iX (500 litros) y considerablemente menor que el de un Mercedes-Benz GLS (890 y 355 litros, con cinco o siete asientos).
Con siete plazas en posición de servicio, el maletero está bastante limitado en altura. La caída de la carrocería en su parte final hace que no se puedan cargar objetos por encima de la cortinilla que lo cubre. Bajo el fondo hay un hueco reservado para guardar la cortinilla enrollable y algún otro objeto(imagen), pero no hay sitio para los cables de recarga). Hasta el momento no hemos visto un EQS SUV de cinco plazas, por lo que no sabemos cuánto sitio hay disponible por debajo del piso del maletero.
El portón tiene apertura eléctrica y espacio suficiente bajo él, cuando está abierto, para que la mayoría de personas no se golpeen con la cabeza (hay 1,98 metros de distancia al suelo). Delante no hay un segundo maletero (algo que sí tiene el Model X) y el capó solo se puede abrir para tareas de mantenimiento. De hecho, el líquido limpiaparabrisas se rellena tras una tapa que hay en la aleta delantera izquierda (imagen).
El espacio de carga tiene los habituales accesorios para fijar y colocar objetos, como ganchos (de metal en este caso) en los cuatro extremos, dos cintas elásticas, dos perchas y una toma de 12 V en la pared izquierda (imagen e imagen). La iluminación es buena, con dos puntos de luz en los laterales y uno en la cara interna del portón.
Sistema multimedia, pantallas y otros detalles
El EQS SUV tiene la misma plataforma y comparte muchos componentes con el EQS berlina, como por ejemplo el sistema multimedia MBUX Hyperscreen del salpicadero (imagen). Es un elemento que solo forma parte del equipamiento de serie en la versión 580 (opcional en la 450, cuesta casi 9000 €) y que consta de tres pantallas: una para la instrumentación (12,3 pulgadas), otra para manejar las principales funciones de infoentretenimiento (17,7 pulgadas) y otra frente al pasajero delantero (12,3 pulgadas).
Son pantallas con una calidad soberbia. Tanto por resolución, rapidez de funcionamiento, visibilidad e incluso facilidad de uso, son toda una referencia. También son tremendamente llamativas, de eso no hay duda (le dan un aspecto muy futurista al salpicadero; imagen), pero bajo nuestro punto de vista no plantean demasiadas ventajas frente al sistema de pantallas estándar (que son dos y la central de menor tamaño, 12,8”). La que hay frente al pasajero puede tener relativa utilidad para consultar algún dato aislado y la central muestra los mapas en un tamaño enorme (facilita su consulta, por tanto), pero poco más. También tiene un inconveniente a tener en cuenta y de relativa importancia: como es tan amplia la superficie de pantallas (más de 40 pulgadas entre las tres), no son pocas las ocasiones en las que una, dos o las tres, provocan brillos molestos que obligan a modificar ligeramente la postura de conducción o mover la cabeza.
De Head-up Display, que es opcional en todas las versiones, hay dos variantes. Una «convencional», que proyecta las imágenes a una distancia virtual de 4,5 metros (imagen) y otra más sofisticada (proyecta imágenes a una distancia virtual de 10 metros) que además muestra numerosos contenidos de realidad aumentada para los sistemas de asistencia a la conducción e información para la navegación. En el EQS berlina, esta segunda variante nos pareció el mejor sistema de este tipo que se comercializa.
Con el EQS berlina también comparte el mismo nivel de detalle por los acabados y materiales de recubrimiento. Sin ser malos en absoluto (hay detalles muy cuidados), quizá no son los que uno se espera de un coche cuyo precio base supera los 140 000 euros (opciones aparte). Los tiradores exteriores de las puertas, por ejemplo, son de un plástico basto al tacto y no funcionan con suavidad y los mandos que sirven para mover los asientos, se hunden con facilidad al pulsar sobre ellos. En este sentido no es muy distinto a un EQE SUV, un coche del mismo tipo pero algo más pequeño cuyo precio de partida es 54 000 euros inferior.