Consumo
La versión que hemos probado del EQS SUV es la 580 4MATIC con siete plazas, que según Mercedes-Benz tiene un consumo medio homologado de 21,0 kWh/100 km y una autonomía de 589 km (ambos, datos medidos con la normativa WLTP). Durante toda la prueba, la temperatura ambiental fue alta o muy alta (transcurrió en verano y a no menos de 30 grados, con picos de más de 40), un aspecto que no resulta baladí a la hora de interpretar los datos que mostramos en estos párrafos (las temperaturas extremas, sean frías o cálidas, afectan negativamente al consumo porque obligan al sistema eléctrico a atemperar la batería para que ésta funcione correctamente).
El consumo que observamos durante la prueba fue, en términos generales, elevado. Es posible acercarse a esos 20,9 kWh/100 km homologados por la marca, pero para ello es necesario conducir de una manera extremadamente conservadora, a una velocidad inusualmente baja (y constante), hacerlo por vías con pocos desniveles y sin usar (o haciéndolo poco) elementos de confort como el climatizador o los asientos calefactados y ventilados. Un consumo más realista conduciendo con absoluta normalidad y utilizando el climatizador a conveniencia, se sitúa en el entorno de los 24-26 kWh/100 km, que se traduce en una autonomía de entre 420 y 450 km (agotando por completo la batería, eso sí, algo que no conviene hacer).
Al circular por ciudad o, en general, por vías congestionadas donde son continuos los arranques y las paradas, llegamos a ver consumos de hasta 28 kWh/100 km en el ordenador de viaje (unos 380 km de autonomía), una cifra muy elevada que, sin embargo, es inferior a las que se pueden obtener en conducción deportiva o al dar rienda suelta a la potencia de los motores de manera habitual: en estas circunstancias es sencillo que se vaya a los 35 kWh/100 km o incluso un poco más (unos 300 km de autonomía).
En nuestro recorrido de consumo por autopista, que transcurre por una vía con contínuos desniveles y a una velocidad media de 120 km/h (no de marcador; aquí detallamos todas las condiciones), el EQS SUV 580 4MATIC gastó a razón de 24,0 kWh/100 km (unos 450 km de autonomía). No es mucho más de lo que conseguimos en el mismo recorrido con el EQS 580 berlina (23,3 kWh/100 km), pero no son cifras completamente comparables porque el dato de la versión berlina lo obtuvimos en invierno, con una temperatura ambiental mucho más baja, de unos 10 grados. En condiciones similares, es muy probable que la variante SUV del EQS sea menos eficiente.
En términos generales, esos 24,0 kWh/100 km son un dato elevado, pero no lo son tanto si los comparamos con los obtenidos con otros modelos menos potentes, más pequeños y más ligeros: 26,5 kWh/100 con el Jaguar I-PACE EV400 (a 11º), 25,5 kWh/100 km con el Aiways U5 (a 10º) o 25,2 kWh/100 km con el Volvo XC40 Eléctrico Puro Twin (a 21º). Con el BMW iX xDrive40, que es el único modelo realmente comparable al EQS SUV del que tenemos mediciones propias, obtuvimos dos datos distintos realizando el mismo recorrido de consumo: 22,5 kWh/100 km con 13 grados de temperatura ambiental y 23,9 kWh/100 km con más frío, lluvia y niebla. Datos inferiores a los obtenidos con EQS SUV 580 4MATIC, en cualquier caso, aunque con un coche menos potente y que tiene peores prestaciones.
Recarga
Todos los EQS SUV tienen una batería con 108,4 kWh de capacidad útil que se puede recargar en corriente alterna a 11 kW (11,4 horas para una recarga completa, según Mercedes-Benz) o en corriente continua a 200 kW (del 0 al 80 % en 31 minutos, también según la marca; algo más según nuestra experiencia). Durante la semana de pruebas hicimos varias recargas en puntos de ambos tipos y de distintas distribuidoras en las que no tuvimos ningún problema con las mismas, ni al iniciarlas ni durante el proceso.
Una de ellas la hicimos en un punto que puede suministrar hasta 350 kW de potencia y fue del 10 al 100 %. Fue necesaria 1 hora y 3 minutos (6 minutos más de los estimados por el coche nada más iniciarla), se inyectaron 110,259 kWh a la batería y tuvo un coste de 59,51 € (a 0,54 €/kWh, por tanto). El proceso fue en general muy rápido, no solo por la potencia pico, que es elevada, sino sobre todo por la potencia media, que fue igualmente alta en casi todo el proceso (cuando la batería ya está casi completamente cargada). En la gráfica que hay a continuación se aprecian las distintas fases por las que transcurrió la recarga:
Desde el inicio de la recarga y hasta alcanzar el 30 % de la misma, el EQS SUV carga a potencias de entre 201 (lo máximo que vimos) y 165 kW. Desde ese punto y hasta alcanzar el 85 %, lo hace a entre 160 y 90 kW y desde ahí hasta el final, a entre 80 y 25 kW (este último fue el valor más bajo que vimos en esta y en otras recargas en corriente continua). O dicho de otra forma, en cinco minutos se inyectan a la batería 14 kW, en 15 minutos, unos 41 kW (daría para recorrer unos 160 km; media de 25 kWh/100 km) y en 20 minutos, unos 52 kW (para recrorrer unos 200 km). A modo de resumen, los datos que exponemos a continuación pueden ser de utilidad para hacerse una idea de lo que se tarda en cargar la batería del EQS en un punto de carga rápida:
- Del 10 al 80 % en 34 minutos
- Del 10 al 90 % en 42 minutos
- Del 10 al 100 % en 63 minutos (6 más de lo estimado por el coche)
- Del 80 al 100 % en 29 minutos
- Del 90 al 100 % en 21 minutos
Con estos datos y tomando como referencia un consumo medio de 25 kWh/100 km, que es lo más habitual practicando una coducción normal (unos 430 km de autonomía), el coste por cada 100 kilómetros sería de aproximadamente 13,8 €. O lo que es lo mismo, un coste similar al de un coche con motor de combustión que consuma aproximadamente 8,1 l/100 km (con el precio del litro de gasolina a 1,70 €).
Con todo, hay que tener en cuenta que estos datos solo son válidos para puntos de carga muy rápidos y en corriente continua, que son los que se encuentran en vías principales de paso. Lo más aconsejable de cara al ahorro económico y también para conservar la batería con buena salud, es cargar el coche en un punto de carga doméstico con corriente alterna. En este tipo de cargadores y tomando como referencia un precio del kWh de 0,15 € (esto puede variar en función del contato), el coste de una recarga como la descrita unos párrafos más arriba asciende a 16,5 euros. Es decir, unas tres veces y media menos que cargando en un cargador rápido.
Durante las recargas, ya sean en corriente alterna o en corriente continua, tanto en la pantalla del sistema multimedia como en la de la instrumentación hay datos sobre el nivel de carga, la autonomía total (y la ganada en la del sistema multimedia), la potencia a la que se está llevando a cabo y la hora estimada de finalización (esta última no es exacta, pero se desvía poco del tiempo real). La toma de carga está situada en la aleta posterior derecha y, como es habitual, junto a ella hay un par de tiras luminosas que, en función del estado de carga, son de un color u otro (verde cargando, rojo error, azul conectado, entre otros).
Desde un menú del sistema multimedia o desde la aplicación móvil «Mercedes-Me» es posible programar la recarga para que se lleve a cabo a horas concretas (aquellas en las que cuesta menos, por ejemplo), fijar un límite de carga a un nivel determinado y activar o desactivar la función «ECO». Esta última solo está operativa cuando se llevan a cabo recargas en corriente continua y sirve para alargar la vida de la batería poniendo un límite al porcentaje de carga (80 %) y a la potencia de la misma.