Atendiendo al espacio, el interior del SLK es más o menos similar que algunos coches de sus características, como el Porsche Boxster o el Audi TT Roadster.
Respecto a un coche de carrocería convencional, lo menos favorable del SLK es la anchura que hay para los hombros. Los ocupantes van cerca entre sí y una persona de gran corpulencia puede notar que el brazo izquierdo se queda encajonado entre el cuerpo, la puerta y el reposabrazos, y en algunos momentos queda restringida su movilidad, aunque tampoco es lo normal. Comparativamente es mejor el dato de altura libre al techo, dado que los asientos pueden ir muy cerca del suelo.
Como los asientos tienen una regulación considerable en altura y en sentido longitudinal, personas de muy diferente estatura encontrarán una buena posición para conducir.
Los asientos sujetan bien el cuerpo (incluso si están tapizados de cuero). El inconveniente que les he encontrado es que la parte más baja de la espalda apenas va apoyada en el respaldo. Nuestra unidad de pruebas no tenía regulación lumbar, que es una opción, y quizá limite esa falta de apoyo de la espalda. El interior está suficientemente bien provisto de huecos para dejar los objetos que normalmente se llevan en los bolsillos. Lo que no tiene es un buen lugar para transportar, por ejemplo, una botella de agua o un mapa de carreteras (no caben en las bolsas de las puertas pues son pequeñas).
Detrás de los asientos no se puede llevar nada relativamente voluminoso (como por ejemplo un ordenador en su funda; hay que llevarlo en el maletero). La única posibilidad de llevar ahí algo de cierto grosor, es colocando los asientos en una posición muy adelantada. Sí se pueden llevar detrás de los asientos abrigos o chaquetas, pues en los respaldos hay unas pequeñas perchas.
Coche descapotado
Para accionar el techo el vehículo debe estar completamente parado y hay que mantener pulsado un botón durante todo el tiempo que necesita el techo para hacer el movimiento completo (vídeo ilustrativo del funcionamiento del techo). En otros descapotables (por ejemplo, un Audi TT Roadster), el techo se puede accionar hasta una velocidad reducida, incluso sin necesidad de mantener pulsado el mando, lo que permite no interrupir la maniobra si estamos, por ejemplo, en un semáforo que se pone en verde.
Según el manual del usuario, el deflector aerodinámico puede ser de dos tipos: de tela (ocupa muy poco y se puede guardar en cualquier sitio) o de plástico transparente (imagen, consta de tres piezas y ocupa mucho más sitio). He probado el SLK con este último (que es el que Mercedes-Benz ofrece en la lista de opciones de fábrica) y lo he llevado colocado en su sitio durante toda la prueba, tanto descapotado como con el techo sobre la carrocería. Prácticamente no he tenido problemas de visibilidad. Su lámina de plástico transparente sólo produce reflejos por la noche y al salir de túneles con el sol de frente. Me parece más molesto tener que ponerlo y quitarlo cada vez que se descapota o capota la carrocería (está compuesto de tres piezas independientes) que soportar los pequeños reflejos que puntualmente puede provocar.
La ventilación de serie es un sistema de aire acondicionado de dos zonas (no climatizador). El sistema de calefacción para el cuello («Airscarft») está pensado para circular descapotado, aunque también funciona con el techo sobre la carrocería. Su chorro de aire se puede dirigir ligeramente, pues los resposacabezas tienen una pequeña regulación en altura. Con el «Airscarft» conectado, los asientos y el volante calefactados, las ventanillas subidas y el deflector colocado en su sitio, he viajado confortablemente con una temperatura exterior de entre 8 y 15º durante un día soleado. Creo que incluso una temperatura exterior más baja podía haber sido perfectamente soportable.
Hasta una velocidad de 120 km/h, una persona de como mucho 1,80 m de altura no tendrá mucha necesidad de usar una gorra, pues la protección aerodinámica que da el parabrisas es suficiente. Cuanto más pequeña sea y más cerca del volante se coloque, menos notará el aire en la cabeza.
Lo que no me ha gustado es que al circular con la capota quitada, con el asiento en la posición más baja posible y con el cortavientos colocado, se cuela una corriente de aire hacia la nuca de los ocupantes. Precisamente para cuando eso ocurre el «Airscarft» viene muy bien, porque se puede elevar unos grados la temperatura de esa corriente.
Nuestra unidad de pruebas llevaba el sistema de comunicación «Comand ASP», que tiene un disco duro, navegador conexión «bluetooth» para teléfono, reproductor de vídeo, lector de tarjetas «SD» y, opcionalmente, cargador de seis discos. Este sistema es parecido al que ha estrenado el Clase C, pero con alguna diferencia funcional: su pantalla es más pequeña y para moverse por los «menús» no hay un mando circular entre los asientos (de doble función, giratorio y pulsador), sino una serie de botones en la consola, más difíciles de utilizar. El «Bluetooth» que tiene este sistema permite leer mensajes «SMS» e importar la agenda, pero no esta función está disponible para todos los teléfonos.