El Mercedes-Benz Clase G es un todoterreno preparado para avanzar por terrenos abruptos fuera del asfalto. Hasta abril de 2024 ha existido con motores de combustión (información), pero en esta fecha Mercedes-Benz presenta el primer Clase G eléctrico. Está en venta desde 196 221 euros (precio, ficha y equipamiento). Con este precio se sitúa a medio camino entre un G 500 de 449 caballos y un G 63 AMG de 585 (ficha comparativa).
Al igual que el modelo de combustión, dispone de un chasis de largueros y travesaños, suspensión trasera de eje rígido y, además, reductora. La carrocería del eléctrico mide 4,62 metros de longitud, suponemos que este dato es sin contrar con la rueda de respuesto que puede ir colgada en la puerta del maletero (imagen) sino con la una caja más pequeña para guardar los cables (imagen). El INEOS Fusilier es un posible rival para este modelo, pero su fabricación no está prevista hasta 2026.
El Clase G eléctrico que Mercedes-Benz ha mostrado hasta la fecha recibe la denominación G 580 con tecnología EQ. Tiene cuatro motores, cada uno de 147 caballos con una potencia combinada de 587. Según datos oficiales este Clase G puede acelerar desde parado hasta 100 kilómetros por hora en un mínimo de 4,7 segundos y su velocidad máxima es de 180 kilómetros por hora. La autonomía homologada es de 473 kilómetros (WLTP).
Dispone de una batería de iones de litio 116 kWh de capacidad que está compuesta por 216 celdas y va integrada en el chasis (que ha sido modificado respecto al de un Clase G de combustión). A su vez, va dentro de una estructura que la protege de la torsión y de la entrada de agua así como de suciedad. Por su parte inferior va protegida con un panel inferior (hecho con elementos de fibra de carbono y otros materiales) de 26 mm de grosor y 57,6 kg de peso y que va unido al chasis por tornillos.
La batería se puede cargar a un máximo de 200 kW en corriente continua (del 10 al 80 % en 32 minutos) y a 11 kW en alterna. Hay tres programas de recarga Standard, Work y Home (Normal, Tabajo y Casa) que permiten ajustar la hora de salida, establecer nivel máximo de carga o activar la climatización antes del viaje. Los Standard y Work se activan automáticamente cuando el vehículo llega a un punto de corriente memorizado. El navegador planifica los viajes proponiendo paradas para recargar con el objetivo de optimizar la duración del trayecto, si bien el usuario puede personalizar la ruta según sus necesidades.
Detrás del volante hay unas levas que permiten controlar el nivel de retencióny recuperación de energía eléctrica en cinco niveles: Dauto (retención automática en función del tráfico que hay por delante), D+ (el coche avanza libremente por su inercia), D (nivel normal), D- (recuperación fuerte) y D– (nivel máximo).
Hay tres programas de conducción genéricos para circular por vías asfaltadas (Comfort, Sport e Individual) y dos para circular fuera de la carretera (Trail y Rock), los cuales se seleccionan desde un mando denominado Electric Dynamic Select. Con el modo de conducción Rock se puede conectar manualmente la reductora.
La disposición mecánica del Clase G eléctrico, con un motor encargado de mover cada rueda, permite controlar la trayectoria sobre asfalto aplicando más o menos fuerza a las ruedas correspondientes de forma mucho más precisa que un diferencial activo. Fuera del asfalto se puede conseguir el efecto contrario: que los motores de cada eje muevan al unísono las ruedas, con el efecto de un diferencial bloqueable tradicional. Además, hay dos funciones interesantes para circular por campo. Una, G-Steering que permite reducir el radio de giro haciendo girar al coche sobre la rueda trasera interior (funciona hasta un máximo de 25 km/h). Dos, G-Turn, que sirve para que el Clase G pueda rotar sobre sí mismo sobre su eje vertical hasta un máximo de dos vueltas (para ello, las ruedas de un lado y otro se mueven en sentidos opuestos). Además de la reductora (que es indispensable conectar para activar las funciones descritas) hay un sistema automático de marcha lenta de tres velocidades (dos fijas y una variable).
De serie, viene con una función denominada capó transparente, que muestra de forma virtual en la pantalla del sistema multimedia, lo que queda por debajo de la parte frontal del vehículo.
La profundidad máxima de vadeo es de 850 mm (150 más que los Clase G con motor de combustión) y, la altura libre al suelo, es de 250 mm (10 mm más). El ángulo de entrada es de 32 grados, el de salida de 30,7 y el ventral de 20,3. Los de entrada y salida son muy parecidos a los del Clase G de combustión, pero el ventral del eléctrico es mucho peor (20,3 frente a 26 grados).
El interior consta de un sistema multimedia MBUX de 12,3 pulgadas con sistemas que ya tienen otros Mercedes-Benz como el reconocimiento de voz (se activa pronunciando Hey Mercedes), sistema de navegación con realidad aumentada o un equipo de sonido de Burmester. En las plazas posteriores también puede haber dos pantallas de 11,6 pulgadas que permiten visualizar contenidos multimedia y navegar por internet.
Otros elementos disponibles de serie son los faros adaptativos de tipo matricial (Multibeam Led), o las llantas de 20 pulgadas o el paquete exterior AMG Line con retrovisores en color negro (que puede tener dos acabados; Obsidiana o Magno). Opcionalmente puede tener el paquete Night II que incluye algunos detalles adicionales en negro brillante como las estrellas de Mercedes-Benz o el emblema EQ de los laterales. El interior se puede mejorar con los paquetes Exclusive line o Superior. Adicionalmente, es posible personalizar aún más el interior con la gama de elementos Manufaktur.
La parte exterior del Clase G eléctrico tiene un gran parecido con las versiones con motor de combustión. No obstante, Mercedes-Benz ha modificado algunos elementos como el capó (que va ligeramente más elevado). Con el objeto de mejorar la aerodinámica, ha utilizado un nuevo revestimiento en el pilar delantero (imagen), hay unas cortinas de aire en los pasos de las ruedas traseras (imagen) y un pequeño alerón en la parte final del techo.
Si bien el Clase G eléctrico conserva el tipo de chasis y suspensión de las versiones de combustión, hay varias modificaciones importantes debido a que los motores van situados en los extremos del chasis y unidos a las ruedas por unos ejes o transmisiones de doble articulación. En el eje posterior (de tipo rígido, imagen) estos semiejes son de distancia fija, pero en el delantero disponen de unos elementos deslizantes que permiten variar su longitud en función de la posición de la rueda (la suspensión delantera es de paralelogramo deformable). Cada uno de los motores está asociado a un engranaje reductor cuya relación de 2:1. El peso del Clase G 580 con tecnología EQ es de 3085 kg (600 más que el G 500 de 449 caballos y 445 kg más que el Mercedes-AMG G 63 de 585 CV).